¿Hay desaceleración económica en Colombia?

El crecimiento de la economía colombiana continúa moderándose. Según el más reciente informe del Dane, el Producto Interno Bruto (PIB) de Colombia durante el segundo trimestre de 2023 creció apenas un 0,3 %, en comparación con el mismo periodo de 2022 (abril- junio).

Por su parte, la tasa de crecimiento trimestral, es decir, la que compara dicho periodo con el trimestre inmediatamente anterior, registró una caída de -1 %, situación que para muchos representa una clara señal de desaceleración de la economía colombiana, que amenaza con convertirse en recesión, debido a la disminución generalizada de la actividad económica.

Frente a ese panorama, ¿podemos hablar de que la sombra de una recesión acecha a Colombia?

Al respecto Piedad Urdinola, directora del Dane, manifestó que de lo “en realidad podemos hablar es que tenemos un crecimiento que está mucho más cercano al cero”.Según explicó, lo que estamos viendo es cómo la economía colombiana está regresando a sus niveles de crecimiento, tras el fuerte rebote que tuvo el PIB tras la pandemia del covid- 19.

“Veníamos de unos crecimientos bastante inusuales para la economía colombiana, que si hoy comparamos con el mismo periodo del año pasado, son bastante altos. Se trató de un efecto rebote de lo que sucedió en la pandemia y ya nos estamos comportando con unas tasas de crecimiento esperadas, después de ese gran rebote”, manifestó Urdinola.

Por su parte, la presidenta de la Cámara de Comercio Colombo Americana (AmCham Colombia), María Claudia Lacouture, manifestó que la más reciente cifra del PIB “muestra una clara desaceleración económica. El resultado del Producto Interno Bruto registrado en 0,3% en el segundo trimestre de 2023, oficializado por el Dane, sin tener en cuenta los resultados excepcionales durante pandemia, es el más bajo en 14 años, desde el primer trimestre de 2009 cuando fue de 0,2%”.

Según Amcham, para que la economía no entre en recesión se requiere, de manera urgente, de un plan de choque articulado entre sector público y privado para reactivar sectores como de la construcción que tiene una marcada caída, de comercio y reparación de vehículos e industria manufacturera que están en terreno negativo.

Al mismo tiempo, la inestabilidad en las actividades de minas y canteras está generando una influencia importante en el crecimiento económico, por lo que también es indispensable avanzar en una transición energética de forma responsable y paulatina.