Empoderando vidas

CARPE DIEM

Había trascurrido poco tiempo desde mi diagnóstico y muchas cosas rondaban en mi cabeza, dormir me costaba un poco, así que las noches eran de insomnios y muy largas.

Por aquellos días, Rafa había venido para pasar una temporada conmigo, había traído muchas películas para que las viéramos juntos, entre ellas “planta 4”, pero aquel día él la quitó de mis manos y me dijo: aun no, yo lo miré y seguimos a otra cosa.

Llegó la noche y yo no solo daba vueltas en la cama, también daba vueltas en mi cabeza, así que me levanté en la madrugada sin hacer ruido y puse planta 4 en el DVD del computador, la película se convirtió en una verdadera catarsis, lloré lo que necesitaba llorar, levanté mis ojos y vi a Rafa parado en la puerta, se acostó a mi lado y terminamos de verla los dos, él en silencio y yo con mis lágrimas.

Ese fue mi primer contacto con Albert Espinosa, el guionista de la película planta 4, él cuenta su historia, es un sobreviviente que tuvo cáncer desde los 14 hasta los 24 años, duró 10 años en hospitales y en ese transcurso perdió mucho, pero también ganó, aprendió a vivir de otra manera y a disfrutarlo.

Años después llegó a mis manos, uno de sus libros “El Mundo Amarillo” , decía que el cáncer le había quitado mucho, una pierna, un pulmón y una parte del hígado, movilidad, experiencia, pero decía algo muy importante “fui feliz” , porque cualquier perdida puede ser ganancia.

Y me quedé pensando, en que yo tenía con Albert algo más en común que el cáncer, perdimos, pero ganamos mucho más, de los que perdimos, esa es una realidad que tenemos en común. Él habla en su libro de “los amarillos” , son personas que llegan a tu vida y te la cambian con breves contactos y no necesariamente tienen que ser amigos o familiares, señala que son 23, porque es un número con significado y aunque me faltan unos cuantos para llegar a los 23 , ya he encontrado algunos amarillos en mi vida de diferentes edades, que van desde los 100 años hasta los 5 años.

Cada uno de mis amarillos me ha dado palabras sabias que me han ayudado a transitar mejor este camino, a cerrar los ojos, a soplar sueños, a vivir la vida de una forma muy diferente a la que la habría vivido si este señor cangrejo no hubiera llegado a mi vida. Albert perdió varios amigos en el proceso, pero los lleva dentro de si mismo, al fin y al cabo, cada uno de nosotros llevamos todas las historias vividas dentro, no solo las nuestras, si no todas aquellas que nos marcaron, la de nuestros amarillos.

En su libro también refiere que debemos soplar más, solemos cerrar los ojos en nuestros cumpleaños y pedir que se hagan realidad los sueños después de soplar las velas, debemos soplar sueños todos los días para que se hagan realidad. Hoy, iré a mi memoria, recuperaré los abrazos perdidos de los amarillos que ya no están, le daré abrazos a los que están y guardare otros para los que vendrán, cerraré mis ojos y soplaré mis sueños.

Nury Esperanza Villalba Suárez

2 comentarios sobre «Empoderando vidas»

  1. Que valiente eres, cada vez que comparte parte de su vida, doy gracias a Dios por ponerla en mi camino, su calidad humana es infinita, entender y ponerse en el lugar de tantas personas, cada una con su condición es difícil y usted sigue ayudando con un gran cariño, con una gran fuerza que lucha por muchas personas no sólo en Colombia , a otras en otros países, mi admiración y respeto Nury, que Dios y la virgencita Le den mucha salud, la necesitamos, un abrazo.

  2. Nury,Felicitaciones por transcender está experiencia para ayudar a otros a cumplir sus Sueños ,deseo que muchos soplos se sigan convirtiendo en una realidad?

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