Con una sobretasa que incrementa la tarifa de renta hasta un 45% y la no deducibilidad de las regalías, la industria minera alerta sobre las amenazas para todos los renglones del sector.
En el proyecto de reforma tributaria que tramita el Gobierno del presidente Gustavo Petro ante el Congreso de la República, hay dos propuestas que encendieron las alarmas en la industria minera, pues su aprobación pone en grave riesgo al sector.
Aunque en teoría estas medidas solo están dirigidas a impactar al carbón y al petróleo (en lo que concierne a hidrocarburos), en lo que para el común de la gente se ve como algo lejano y sin ningún tipo de afectación para sus intereses, la Asociación Colombiana de Minería (ACM) advierte que con esas disposiciones, además del carbón, dentro de la industria minera también se verán en riesgo cerca de 1 millón de empleos directos e indirectos que generan los proyectos actuales de minería y sus aportes por casi $15 billones a la nación; y entre el 15 y 17 por ciento de la inversión extranjera.
Para Juan Camilo Nariño, presidente de ACM, la ponencia para primer debate de la reforma tributaria representa una clara amenaza para todo el sector minero e incluso el industrial -del que dependen tantas familias en el país- por la inclusión de una sobretasa sin precedentes de 10 puntos para los sectores de carbón, oro, esmeraldas y materiales para la construcción, entre otras.
A ese incremento de la sobretasa en renta, la reforma agrega la eliminación de la posibilidad de deducir las regalías, como sí es permitido en todos los países de la región y con cuyos recursos la industria ejecuta programas sociales en beneficio de las regiones y sus comunidades.
“Prohibir la deducibilidad de las regalías y desconocer su condición de costo es antitécnico, pues estas son un costo de la operación precisamente por su naturaleza imperativa y relación directa con el negocio; esto ha sido reconocido por órganos como el Consejo Técnico de la Contaduría. Además ha sido aceptada en la jurisprudencia del Consejo de Estado como una deducción fiscal al cumplirse las premisas del Estatuto Tributario”, enfatiza Nariño.
Con ese nivel de tributación, Colombia -que queda con una tasa del 45 por ciento- deja de ser atractiva para inversionistas y más si se tiene en cuenta que en destinos como Brasil la tarifa es del 34 por ciento, en México del 30, en Chile del 27 y en Perú del 29,5 por ciento.
Gracias a esas dos medidas, así mismo, se pone en jaque el progreso de la industria para la construcción. Igualmente, el organismo asegura que se desincentiva el desarrollo de los minerales estratégicos para la transición energética y se frenan los procesos de formalización.
“La reforma tributaria actual lanzará por la borda miles de procesos de formalización, ya de por sí bastante costosos, y condenarán a la extracción ilícita a la fuerza pública como único mecanismo de control. Por supuesto, también condenarán a los ríos a la contaminación asociada a esa explotación ilegal”, subraya Nariño, presidente de la ACM.
Y si se analizan las propuestas desde el punto de vista del carbón, se evidencia que la combinación de sobretasa y no deducibilidad de las regalías dejan al sector con niveles de tributación del 90 por ciento, igual que como empezó la Reforma.
Esto, de acuerdo con la ACM, pone en alto riesgo la viabilidad de los proyectos mineros más grandes de Colombia, que se estima generen aportes cercanos a los $15 billones al país (incluyendo dividendos) y que son los que dinamizan las economías en sus regiones, con una participación del 37 por ciento en el Cesar y del 44 en La Guajira.
Conozca los impactos
1. Transición energética
Con la NO deducibilidad de las regalías el país se hace poco atractivo para la exploración y desarrollo de los minerales necesarios para avanzar en una industria alrededor de la transición energética.
2. Industria de la construcción
Con la sobretasa para el sector de materiales para la construcción se afecta la competitividad de toda la cadena y se les abre la puerta a los mercados externos para la importación, encareciendo la infraestructura y presionando la inflación.
3. Formalización
Se pone freno a los distintos procesos de formalización que buscan realizar una actividad vigilada, con controles ambientales y que pagan impuestos. Ningún proceso de formalización puede partir de una tarifa de renta del 45 por ciento.
4. Desarrollo económico
Cerca de un millón de empleos dependen de la actividad minera de carbón, oro y otros minerales. Se ponen en riesgo, un tercio de las exportaciones y un aporte fiscal que en 2022 se estima cercano a los $15 billones.
Aseguran que dos artículos de la Reforma Tributaria ponen en jaque a sector minero
Con una sobretasa que incrementa la tarifa de renta hasta un 45% y la no deducibilidad de las regalías, la industria minera alerta sobre las amenazas para todos los renglones del sector.
En el proyecto de reforma tributaria que tramita el Gobierno del presidente Gustavo Petro ante el Congreso de la República, hay dos propuestas que encendieron las alarmas en la industria minera, pues su aprobación pone en grave riesgo al sector.
Aunque en teoría estas medidas solo están dirigidas a impactar al carbón y al petróleo (en lo que concierne a hidrocarburos), en lo que para el común de la gente se ve como algo lejano y sin ningún tipo de afectación para sus intereses, la Asociación Colombiana de Minería (ACM) advierte que con esas disposiciones, además del carbón, dentro de la industria minera también se verán en riesgo cerca de 1 millón de empleos directos e indirectos que generan los proyectos actuales de minería y sus aportes por casi $15 billones a la nación; y entre el 15 y 17 por ciento de la inversión extranjera.
Para Juan Camilo Nariño, presidente de ACM, la ponencia para primer debate de la reforma tributaria representa una clara amenaza para todo el sector minero e incluso el industrial -del que dependen tantas familias en el país- por la inclusión de una sobretasa sin precedentes de 10 puntos para los sectores de carbón, oro, esmeraldas y materiales para la construcción, entre otras.
A ese incremento de la sobretasa en renta, la reforma agrega la eliminación de la posibilidad de deducir las regalías, como sí es permitido en todos los países de la región y con cuyos recursos la industria ejecuta programas sociales en beneficio de las regiones y sus comunidades.
“Prohibir la deducibilidad de las regalías y desconocer su condición de costo es antitécnico, pues estas son un costo de la operación precisamente por su naturaleza imperativa y relación directa con el negocio; esto ha sido reconocido por órganos como el Consejo Técnico de la Contaduría. Además ha sido aceptada en la jurisprudencia del Consejo de Estado como una deducción fiscal al cumplirse las premisas del Estatuto Tributario”, enfatiza Nariño.
Con ese nivel de tributación, Colombia -que queda con una tasa del 45 por ciento- deja de ser atractiva para inversionistas y más si se tiene en cuenta que en destinos como Brasil la tarifa es del 34 por ciento, en México del 30, en Chile del 27 y en Perú del 29,5 por ciento.
Gracias a esas dos medidas, así mismo, se pone en jaque el progreso de la industria para la construcción. Igualmente, el organismo asegura que se desincentiva el desarrollo de los minerales estratégicos para la transición energética y se frenan los procesos de formalización.
“La reforma tributaria actual lanzará por la borda miles de procesos de formalización, ya de por sí bastante costosos, y condenarán a la extracción ilícita a la fuerza pública como único mecanismo de control. Por supuesto, también condenarán a los ríos a la contaminación asociada a esa explotación ilegal”, subraya Nariño, presidente de la ACM.
Y si se analizan las propuestas desde el punto de vista del carbón, se evidencia que la combinación de sobretasa y no deducibilidad de las regalías dejan al sector con niveles de tributación del 90 por ciento, igual que como empezó la Reforma.
Esto, de acuerdo con la ACM, pone en alto riesgo la viabilidad de los proyectos mineros más grandes de Colombia, que se estima generen aportes cercanos a los $15 billones al país (incluyendo dividendos) y que son los que dinamizan las economías en sus regiones, con una participación del 37 por ciento en el Cesar y del 44 en La Guajira.
Conozca los impactos
1. Transición energética
Con la NO deducibilidad de las regalías el país se hace poco atractivo para la exploración y desarrollo de los minerales necesarios para avanzar en una industria alrededor de la transición energética.
2. Industria de la construcción
Con la sobretasa para el sector de materiales para la construcción se afecta la competitividad de toda la cadena y se les abre la puerta a los mercados externos para la importación, encareciendo la infraestructura y presionando la inflación.
3. Formalización
Se pone freno a los distintos procesos de formalización que buscan realizar una actividad vigilada, con controles ambientales y que pagan impuestos. Ningún proceso de formalización puede partir de una tarifa de renta del 45 por ciento.
4. Desarrollo económico
Cerca de un millón de empleos dependen de la actividad minera de carbón, oro y otros minerales. Se ponen en riesgo, un tercio de las exportaciones y un aporte fiscal que en 2022 se estima cercano a los $15 billones.