Estupor y rechazo por crimen de una joven, en Cali

En la noche de las velitas, el señor Genaro González entregó 2 mil pesos a su hija Michel Dayana, una alegre adolescente de 15 años conocida como ‘Risitas’ por su característica alegría. La joven se dirigía a una tienda en el barrio San Judas Tadeo de Cali. Lamentablemente, en su camino fue interceptada por el vigilante de un taller automotriz, quien la atacó y desmembró.

Preocupado al no encontrarla y al percatarse de que no tenía su teléfono celular, el padre inició una búsqueda con la ayuda de vecinos y alertó a las autoridades. La policía acudió al taller automotriz tras recibir una llamada del propietario, y al llegar, se encontraron con la horrenda escena del crimen: rastros de sangre que llevaban a unas canecas debajo de una escalera, donde se hallaron los restos de Michel Dayana González.

El presunto feminicida fue identificado como Harold Andrés Echeverry, un hombre de 32 años con antecedentes por acceso carnal. La comunidad se congregó en el barrio San Judas, exigiendo justicia por este macabro asesinato que enluta a la capital del Valle.

Jimmy Dranguet, secretario de Seguridad de Cali, anunció una recompensa de hasta 100 millones de pesos por información que conduzca a la captura de Echeverry. Además, se implementaron medidas de seguridad para evitar su posible fuga.

Genaro, el padre de Michel Dayana, compartió un testimonio desgarrador con Noticias Caracol, donde recordó las últimas palabras que intercambió con su hija antes del brutal crimen.

“Yo me iba a trabajar muy temprano y le dejaba la plata debajo de la puerta para que desayunara y eso. Ese día le dejé los 2 mil pesos, creo que ella no los vio. Cuando llegué por la noche, los recogí y los dejé encima del mesón. Ella dijo: esos 2 mil pesos son míos, regálemelos que voy a ir a comprar mecato. Entonces yo le dije: vaya rápido que nos tenemos que ir. Ella dijo: bueno papi, ya vengo, no me demoro. Esa fue la última vez que vi a mi hija”, compartió el afligido padre.

Además, se reveló un video en el que se observa a la menor saliendo de su casa para comprar golosinas, incluso pasando frente a una familia encendiendo velas. La niña caminaba sola y, lamentablemente, después de salir del alcance de la cámara, no se la volvió a ver con vida hasta que la policía descubrió su cuerpo.