La Fiscalía General de la Nación ha convocado al expresidente Álvaro Uribe Vélez para prestar declaración en una diligencia de versión libre programada para el próximo lunes 27 de noviembre.
Esta acción forma parte de la investigación en curso sobre la masacre de El Aro, sucedida en octubre de 1997, y el asesinato del defensor de derechos humanos Jesús María Valle Jaramillo, perpetrado en febrero de 1998.
La solicitud para esta diligencia proviene directamente del expresidente Uribe Vélez, quien expresó formalmente su deseo de ser escuchado en este proceso. Esta petición se originó después de que la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) revelara audiencias reservadas en las cuales el exjefe paramilitar Salvatore Mancuso implicó al entonces gobernador de Antioquia en el conocimiento de la masacre de El Aro, que tuvo lugar en Ituango.
Según Mancuso, los generales Alfonso Manosalva e Iván Ramírez Quintero, comandantes de la Cuarta Brigada y la Primera División del Ejército, respectivamente, le encomendaron organizar y coordinar la operación en El Aro a petición del secretario de Gobierno de la Gobernación de Antioquia, Pedro Juan Moreno, durante la administración de Uribe Vélez.
La masacre de El Aro involucró a 150 paramilitares que incendiaron 42 casas, saquearon ganado, torturaron y asesinaron a 12 personas, equivocadamente señaladas como guerrilleros.
En relación con el caso del defensor Valle Jaramillo, quien previamente había alertado a las autoridades sobre el aumento de la violencia paramilitar en Antioquia, Mancuso afirmó que el expresidente Uribe estaba vinculado a este crimen.
“Está vinculado (Uribe) a una reunión donde estuvo Carlos Castaño con el secretario de Gobierno de Uribe, Pedro Juan Moreno (…) Pedro Juan pidió básicamente que se ejecutara esta acción porque el defensor de derechos humanos estaba atacando de manera frontal tanto a Uribe como a él, y al general Carlos Alberto Ospina y a otro general que no recuerdo en este momento”.
Cuatro meses después de la masacre de El Aro, Valle fue asesinado en su oficina en el centro de Medellín por tres sicarios que le dispararon en la cabeza.
La Fiscalía resaltó que ha llevado a cabo numerosas actividades investigativas y ha recopilado amplio material de prueba con el objetivo de esclarecer completamente estos acontecimientos.