El número de desplazados forzosos alcanza los 110 millones de personas

La agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ha publicado este miércoles su último informe, donde advierte que el número de personas desplazadas a nivel mundial alcanzó una cifra récord en 2022. Ante esta situación, la agencia pide una “acción colectiva inmediata” para aliviar las causas de los desplazamientos forzosos y su impacto en los países de tránsito y destino.

Bajo el título Tendencias Globales de Desplazamiento Forzado 2022, este documento y principal informe anual de la agencia señala la guerra en Ucrania, los conflictos en otros lugares y los fenómenos climáticos como las principales causas de que millones de personas se vieran forzadas a abandonar sus hogares.

108 millones en 2022

En una entrevista con Noticias ONU, el director adjunto de ACNUR, Giovanni Bassu, destacó que, tras un aumento de 19,1 millones de personas desplazadas respecto al año anterior, la cifra total alcanzó niveles récord en 2022.

“La verdad es que los números son bastante dramáticos. Hablamos de 108 millones de personas forzosamente desplazadas. Es el incremento anual más grande que hemos visto. Las cosas no están mejorando”.

Guerras, conflictos y violencia

Según el informe, la guerra de Ucrania fue la principal causa de desplazamiento en 2022. El número de refugiados de Ucrania pasó de 27.300 a finales de 2021 a 5,7 millones a finales de 2022, lo que representa la salida más rápida de refugiados de cualquier lugar del mundo desde la Segunda Guerra Mundial.

Por otra parte, las estimaciones para el número de refugiados procedentes de Afganistán fueron muy superiores a finales de 2022 debido a estimaciones revisadas de afganos acogidos en Irán, muchos de los cuales habían llegado en años anteriores.

En lo que va de año, la trayectoria ascendente de los desplazamientos forzosos a escala mundial no ha mostrado signos de desaceleración, ya que el estallido del conflicto en Sudán desencadenó nuevos flujos de salida, elevando el total mundial a unos 110 millones en mayo.

“Estas cifras nos muestran que algunas personas deciden con mucha rapidez entrar en conflictos, pero no son tan rápidas para buscar después soluciones. La devastación, el desplazamiento y la angustia son las consecuencias a las que se enfrentan millones de personas que han sido desarraigadas por la fuerza de sus hogares”, señaló el Alto Comisionado para los Refugiados, Filippo Grandi. Los que menos tienen acogen más.

El informe diferencia entre refugiados, o personas que cruzaron una frontera internacional en busca de seguridad, y desplazados, individuos que transitaron dentro de su país al huir de conflictos y violencia. En el primer caso, los autores hablan de más de un tercio del total mundial: hubo unos 35,3 millones de refugiados en 2022. En cuanto a desplazados, los autores hablan de unos 62,5 millones de personas, un 58% de la totalidad.

En este sentido, Giovanni Bassu explica que se tiene una percepción errónea sobre la situación de refugiados y desplazados:

“Creemos que la gente se va y huye a países desarrollados, a países ricos, intentando buscarse una buena vida. Pero la verdad es que la realidad no es así. La realidad es que el 76% de los refugiados y de personas desplazadas de las que estamos hablando en el informe están en países de renta media o menos desarrollados. Así que la realidad es que un refugiado busca protección en el país vecino, generalmente el país más cerca del suyo; cruza la frontera en busca protección”.

Asimismo, el director adjunto señaló que en esos países de destino ya existen dificultades para cumplir con las metas de desarrollo, por lo que asumen la responsabilidad en servicio de todas las demás naciones.

En concreto, el informe señala que los 46 países menos desarrollados, que representan menos del 1,3% del producto interior bruto mundial, acogen a más del 20% de todos los refugiados. Sin embargo, la financiación para las numerosas situaciones de desplazamiento y para apoyar a los anfitriones no llegó a cubrir las necesidades el año pasado, y según los expertos de la agencia, seguirá siendo escasa en 2023.

En este respecto, el Alto Comisionado señaló que la gente de todo el mundo sigue mostrando una extraordinaria hospitalidad hacia los refugiados, ofreciendo protección y ayuda a quienes la necesitan”. Sin embargo, Filippo Grandi aclaró que “pero hace falta mucho más apoyo internacional y que se compartan las responsabilidades de manera más equitativa, sobre todo con los países que han dado acogida al mayor número de personas desplazadas en el mundo”.

América Latina y el Caribe

El informe reflejó revisiones al alza por parte de Colombia y Perú de las cifras de venezolanos, en su mayoría clasificados como “otras personas que necesitan protección internacional”.

“La situación en Venezuela sigue impulsando la movilidad humana en la región, y sigue siendo de las más preocupantes. Hemos llegado a más o menos 5,5 millones de venezolanos refugiados o con necesidades de protección internacional”, declaró Giovanni Bassu.

“Hay otras situaciones también en el continente que están impulsando estos números. En el norte de Centroamérica sigue habiendo una situación delicada, y en Nicaragua también.

La verdad es que los flujos hoy en día son complejos, así que es difícil diferenciar la causa de la salida. No solamente hay gente que está huyendo de la violencia y persecución, pero también hay una movilidad más amplia, que usa la región como un corredor hacia México y Estados Unidos.

Lo que está haciendo el ACNUR es atender las necesidades humanitarias de las personas en movilidad, porque el cruce la verdad es bien peligroso en muchos trozos, como la región del Darién, por ejemplo.

Aparte de esto, también tenemos nuestro papel de fortalecer los sistemas de asilo, sobre todo en México, pero también en otros países. Además de esto, también ofrecemos una asesoría de protección para asegurar que los derechos humanos de las personas están garantizados mientras están movilizándose”, explicó Bassu.