“La población chocoana está sufriendo una emergencia humanitaria a la que debemos darle prioridad desde el Estado, dado el incremento de las vulneraciones a los derechos humanos por cuenta del accionar de los grupos armados ilegales, que se disputan el control de los territorios para el desarrollo de actividades criminales”, advirtió desde Quibdó el Defensor del Pueblo, Carlos Camargo.
Además de los problemas sociales estructurales, para la Defensoría del Pueblo es claro que luego del acuerdo con la antigua guerrilla de las Farc, en Chocó se ha desarrollado una intensa expansión, reacomodamiento y disputa por parte de los grupos armados ilegales.
“Las dinámicas del conflicto armado, que históricamente han permeado las zonas rurales, se han trasladado a los escenarios urbanos, como el caso de Quibdó, en donde el Eln amenaza con la consolidación de un frente urbano, a través de alianzas, la cooptación y la instrumentalización de bandas delincuenciales locales, para hacerle frente al grupo armado ilegal Agc”, explicó Carlos Camargo.
Aunque los principales grupos armados ilegales con presencia en el departamento son el Ejército de Liberación Nacional (Eln), y las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (Agc), también se reporta la presencia de estructuras armadas de alcance local como Los Chacales (en Bahía Solano), Los Colombianos y Los Mexicanos (en Quibdó), en contextos urbanos donde la violencia se ha exacerbado.
A juicio de la Defensoría del Pueblo, una de las principales causas de violencia y vulneraciones a los derechos humanos en el Chocó es la disputa de territorios colectivos, de alto interés estratégico para estos actores ilegales, que quieren el control en las cinco subregiones del departamento.
Como consecuencia de la confrontación de los grupos armados ilegales, con corte al 13 de septiembre, durante lo corrido de 2021 la Defensoría del Pueblo tiene un reporte de 94 eventos masivos de confinamiento que han afectado a 27.701 personas de 6.641 familias, pertenecientes a 81 comunidades indígenas y 13 afrodescendientes.
De la misma forma, se han registrado 18 eventos de desplazamiento forzado, 11 en comunidades indígenas y 7 en afrodescendientes, ocurridos en nueve municipios: Bagadó, Bahía Solano, Alto Baudó, Nuquí, Bojayá, Carmen de Atrato, Bajo Baudó, Medio San Juan y Litoral de San Juan. En total, en el mismo lapso, tuvieron que dejar sus territorios 5.943 personas, de 2.311 familias. Además, se ha verificado el desplazamiento intraurbano de 209 personas en 2021.
“La situación actual en materia de derechos humanos en el Chocó es crítica. Además de los desplazamientos, confinamientos y combates, fueron asesinados 15 ciudadanos en proceso de reintegración luego de la firma de paz, 7 de ellos en Quibdó. El año pasado asesinaron a 16 líderes sociales y este año 4”, explicó el Defensor del Pueblo.
Las principales conductas vulneratorias sobre líderes sociales, autoridades étnicas y personas defensoras de derechos humanos se relacionan con amenazas, homicidios, desplazamiento forzado, confinamiento, extorsiones, desaparición forzada, restricción a la movilidad, violencia sexual, despojo de tierras, entre otras.
“Por todo esto, seguimos insistiendo en que se deben adoptar acciones concretas, oportunas y efectivas, enfocadas a la disuasión del riesgo advertido, acciones de prevención, protección y garantías de no repetición, acciones dirigidas a la protección de niños, niñas y adolescentes y prevención de riesgos de violaciones a sus derechos, así como el fortalecimiento de capacidades locales para mitigar los riesgos advertidos”, concluyó el Defensor del Pueblo.