Una autopsia independiente, es decir adicional a la que realizan las autoridades, encontró que la muerte de George Floyd fue un homicidio y que el hombre negro desarmado murió de “asfixia por presión sostenida” sobre su cuello, un concepto que no deja duda alguna de que la rodilla con la que fue reducido es la culpable de su muerte.
La autopsia dice que la compresión del cuello y la espalda de Floyd condujo a una falta de flujo sanguíneo a su cerebro. El oficial detenido: Chauvin, tuvo su rodilla en el cuello de Floyd durante 8 minutos y 46 segundos en total y dos minutos y 53 segundos después de que Floyd perdiera la conciencia, según una denuncia penal emitida por la Fiscalía del condado de Hennepin.
“No hay otro problema de salud que pueda causar o contribuir a la muerte”, dijo el Dr. Michael Baden, uno de los médicos forenses independientes. “La policía tiene la falsa impresión de que si puedes hablar, puedes respirar. Eso no es cierto”.
La muerte en Minneapolis de este hombre de 46 años hace una semana generó conmoción en Estados Unidos y provocó una ola de protestas no vistas en décadas contra la violencia policial y el racismo.
Pos su parte el Departamento de Policía de Minneapolis informó de que Floyd murió debido a un “incidente médico”. Los oficiales lo detuvieron el pasado lunes por ser sospechoso de haber tratado de comprar tabaco en una tienda de un barrio del sur de Minneapolis, Cup Foods, con un billete falso de 20 dólares. En un informe preliminar el médico forense del condado de Hennepin no encontró “hallazgos físicos” para “respaldar un diagnóstico de asfixia traumática o estrangulamiento”. Su conclusión fue que Floyd, esposado y desarmado, falleció debido a que la policía lo inmovilizara, sus condiciones de salud subyacentes y cualquier posible sustancia tóxica que circulara por el cuerpo del detenido.
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