Formación experiencial para niños y jóvenes que los lleva a recorrer varias zonas del país

Una de las principales críticas que recibe la educación tradicional a nivel nacional, tanto en primaria como en bachillerato, es que sus alumnos -pese a tener toda la carga teórica de las materias-, no reciben herramientas suficientes para la vida.

En ese sentido, aprendizajes como: gestionar sus emociones, ser conscientes de las diferentes realidades socioeconómicas del país, hacer presupuestos y manejar sus finanzas personales, desarrollar la suficiente autonomía; e, incluso, saber cocinar su propio almuerzo, quedan rezagados y rara vez se abordan.

Por esta razón, la educación experiencial y personalizada se ha venido abriendo camino como un modelo educativo alternativo, en el cual las prioridades del colegio van más allá de aprobar las pruebas de Estado o de ser un negocio con alta rentabilidad, para priorizar aspectos como el enfoque holístico del ser, su crecimiento emocional, el liderazgo, el sentido de solidaridad y la observación crítica.

Uno de los ejemplos de esta nueva vertiente es el de Kajuyalí School, una institución en la que los jóvenes amplían su visión por medio de salidas a regiones como La Guajira, Santander, los Llanos Orientales y Chocó; y en la que habilidades blandas, como la empatía, el compañerismo y la resiliencia cuentan tanto como las matemáticas o la química. 

“En donde algunos ven solo a un estudiante, nosotros vemos a un ser humano, a un joven que está intentando desenvolverse como mejor puede. Por esto, nuestra filosofía, fundamentada en el esquema de enseñanza finlandés, con elementos del modelo estadounidense y aspectos del italiano, ubica al ser en el centro del proceso, razón por la cual cada curso y cada promoción del colegio tiene un número muy pequeño de alumnos”, explicó Juan Mario Gutiérrez, fundador y director de Kajuyalí School.

“Esto nos da la flexibilidad de adaptarnos al estilo individual de aprendizaje, y nos permite llevar a los niños y jóvenes a vivir experiencias altamente formativas, como la de viajar por su país e interactuar con las distintas comunidades. No se trata solo de un viaje, se trata se aprender con y no de las poblaciones locales que nos reciben”, añadió Gutiérrez.

Así las cosas, luego de haber obtenido su licencia educativa y de consolidar su bachillerato, Kajuyalí School ofrecerá desde el segundo semestre de este año la primaria, lo que permitirá que su metodología empiece a llegar a las nuevas generaciones desde la primera infancia.