En Colombia, cada hora mueren seis personas por enfermedades isquémicas

La enfermedad isquémica del corazón en general se refiere a las condiciones que implican el estrechamiento o bloqueo de los vasos sanguíneos, reduciendo u obstaculizando el flujo de sangre por las arterias a órganos y tejidos pudiendo llevar a un ataque al corazón, dolor de pecho (angina) o derrame cerebral.

De acuerdo con el informe de Estadísticas Vitales del Departamento Nacional de Estadísticas (DANE), en el año 2021, se presentaron en Colombia 51.988 defunciones por causa de enfermedades isquémicas del corazón, es decir, que, en promedio, 6 colombianos murieron cada hora por esta complicación. El mismo informe revela que hubo un crecimiento del 12 %, entre ese año y el 2020.

En el 2022, según el DANE, durante los primeros cuatro meses se reportaron 2.222 hombres y mujeres que fallecieron también por isquemia, 686 por enfermedad hipertensiva, 178 por insuficiencia cardiaca, 233 por todas las demás formas de enfermedad del corazón.

La hipertensión arterial (HTA) es una de las causas más importantes y frecuentes de enfermedades cardiovasculares y según la Cuenta de Alto Costo, entre el 1 de julio de 2020 y el 30 de junio de 2021, 4.890.174 personas fueron reportadas con HTA, representando que más de 9 de cada 100 adultos en Colombia sufre la enfermedad, con un aumento tanto en la prevalencia y la mortalidad, en relación con el periodo anterior. El 60.75% fueron mujeres con una mediana de edad de 65 años.

“Las enfermedades cardiovasculares (ECV), que afecta el corazón o los vasos sanguíneos, siguen siendo la primera causa de muerte en el mundo,[7]un panorama que es desalentador debido a que podría prevenirse o controlarse, evitando el sedentarismo, la obesidad, el tabaquismo, entre otros factores de riesgo, así como controlando periódicamente la presión arterial y en caso de requerir tratamiento, cumplirlo según la prescripción del médico, sin interrupciones ni abandonos.”, explicó la Dra. Liliana Silva Gómez, Gerente Médico de Sanofi.

Precisamente, de acuerdo con la Federación Mundial del Corazón, las ECV causan más de 18.6 millones de muertes al año, es decir, 2.153 cada hora, 36 por minuto; de estas, el 85 % se debe a enfermedades coronarias y cerebrovasculares que afectan, principalmente, a países de ingresos bajos y medianos. Así mismo, según la OMS, las ECV representan el 31 % de todas las defunciones registradas en el mundo.

“Queremos que el corazón de Colombia siga latiendo”

A propósito del día mundial del corazón, Sanofi, la empresa farmacéutica con una amplia trayectoria en descubrimientos científicos revolucionarios centrados en los pacientes y sus familias, avanza en la campaña “Queremos que el corazón de Colombia siga latiendo”, con el propósito de generar conciencia sobre la importancia de prevenir y manejar adecuadamente, los factores que desencadenan la enfermedad cardiovascular, como por ejemplo la hipertensión arterial, los altos niveles de colesterol, una diabetes mal tratada, el tabaquismo, la falta de actividad física, entre otros.

“Las enfermedades cardiovasculares son condiciones no transmisibles que se derivan o desencadenan por hábitos poco saludables, por eso buscamos aunar esfuerzos con distintos sectores para hacer realidad lo que buscamos; es decir, revertir el curso de estas enfermedades crónicas en el país. Estamos comprometidos con superar las brechas en el control de la hipertensión y del colesterol, fomentar la necesidad de hacer deporte, buscar que haya dietas más equilibradas y saludables”, recalcó la dra Silva Gómez.

Con respecto a dichos factores, se estima que el colesterol elevado causa 2.6 millones de muertes, producto del ensanchamiento de las arterias y el bloqueo del flujo sanguíneo, que desencadena en afectaciones cardiacas y de otro tipo.

La hipertensión, o presión arterial alta, también es una amenaza directa para el corazón, se le conoce como el asesino silencioso, porque el 46 % de la población, es decir, casi la mitad de quienes la padecen, no tiene conocimiento de su diagnóstico. La falta de información acelera una muerte cardiovascular prematura, con el riesgo de desarrollar infarto de miocardio, dolor cardiaco, derrame cerebral, entre otras complicaciones.

“Esta patología va afectando órgano tras órgano sin que lo notemos. Cuando impacta al corazón ocasiona insuficiencia cardiaca, infarto, arritmias; en el caso del cerebro, hace que las arterias se obstruyan o estallen, produciendo discapacidades, disfunción eréctil, ceguera y, en el peor de los casos, la muerte. El paciente hipertenso debe acudir de manera periódica al médico y tomar los medicamentos de forma oportuna y sin interrupción. Las personas sanas igualmente deben asistir periódicamente a los controles y medir su tensión arterial, niveles de glicemia, lípidos, etc.”, explicó la doctora Silva Gómez.

En ese sentido, en el marco de esta campaña, la especialista brinda cuatro recomendaciones que podrían evitar al menos el 80 % de las muertes prematuras por enfermedades cardiacas y accidentes cerebrovasculares, enfocadas en mantener una buena salud:

Mantener una dieta balanceada: Incluir los diferentes tipos de alimentos (proteínas, grasas y carbohidratos) y que, además, sean ricos en vitaminas y minerales, como las frutas y los vegetales. Asimismo, evitar el consumo de bebidas azucaradas como gaseosas, jugos artificiales y alcohol.
Evitar el sedentarismo: Realizar actividad física por lo menos 30 minutos al día, cinco veces a la semana. Jugar, caminar, subir escaleras, bailar, ¡todo cuenta!

Eliminar el consumo de tabaco: Luego de cinco años de dejar de fumar, el riesgo de enfermedad coronaria se reduce un 39%; mientras que, a 15 años, el peligro de padecer de una ECV es similar al de una persona no fumadora.

Combatir el estrés. Con un buen balance vida laboral/vida personal, ejercicio, mindfulness.
Además de los cuidados preventivos, la experta resalta la importancia de reconocer los signos de alerta, “es importante identificar señales como la pérdida del conocimiento, sudoración fría, debilidad o fatiga, adormecimiento u hormigueo en los brazos, dificultad para respirar, dolor en el pecho, maxilar inferior, hombro, entre otros. De esta manera, será posible acudir al médico y recibir diagnóstico y tratamiento oportuno y así evitar complicaciones. Sin embargo la clave está en la prevención y en la detección temprana, cuando aún estas enfermedades no dan síntomas y no han afectado los órganos principales y en caso de que haya sido ordenado un tratamiento, cumplirlo juiciosamente así como los controles periódicos para frenar la progresión de estas enfermedades”, agrega.