Colombia es un país que envejece rápidamente, adicional a la crisis por la pandemia del COVID-19, lo que sugiere un escenario de retos y respuestas coordinadas que se deben afrontar, especialmente por parte del Ministerio de Salud y Protección Social como ente rector de la Política Pública de Envejecimiento Humano y Vejez.
En esta perspectiva, la cartera de Salud adelanta la actualización de la Política a través de espacios de reflexión que permitan identificar retos y acciones institucionales; por lo que “se diseñó un proceso participativo de construcción
conjunta con actores institucionales, entidades territoriales, actores que prestan servicios dirigidos esta población y, por supuesto, personas adultas mayores”, explicó Alejandro Cepeda, jefe de la Oficina de Promoción Social.
Durante este proceso, los entes territoriales (secretarías de salud, desarrollo social, integración social o el área que lidera el tema) tienen un rol fundamental, pues liderarán el desarrollo de 40 mesas de trabajo con los actores territoriales que hacen parte de la Política, con una metodología unificada de trabajo en red que potencie las acciones dirigidas a la población adulta mayor.
Cepeda señaló que, “para lograr este objetivo, el Ministerio ha liderado dos jornadas de capacitación presencial a las personas referentes de las entidades territoriales del orden departamental y distrital, sobre la metodología de participación ciudadana para la actualización del documento. Esperamos que durante este mes se adelanten -lo mayor posible- las jornadas de participación ciudadana, que generarán insumos importantes para la Política 2022-2030”.
Asimismo, el Ministerio avanza en la elaboración del diagnóstico, en el cual ya se identificó que:
*En Colombia, entre 1985 y 2020, la proporción de adultos mayores pasó del 6,9 % al 13,8 %, con lo cual se evidencia que la población colombiana se ha envejecido y continuará haciéndolo hasta alcanzar una proporción superior al 16 % para 2030. El índice de envejecimiento refleja un acelerado crecimiento de la población adulta mayor respecto a los niños, niñas y adolescentes.
*Para 2018, el 14,2 % de las personas mayores en Colombia no recibieron educación formal, mientras que el 84,5 % sí recibió educación formal, principalmente en los niveles de educación básica. También, la permanencia de los adultos mayores en el mercado de trabajo refleja la necesidad de generar ingresos, porque no cuentan con una pensión o los ingresos provenientes de otras fuentes resultan insuficientes. Para finales de 2020, aproximadamente el 27 % de las personas mayores estaban ocupadas, representando al 10 % de la población ocupada del país.
*Para 2020, tan solo el 23 % de la población adulta mayor manifestó tener una pensión, apenas el 5 % cotizó a un fondo de pensiones y cerca del 70 % no cotizó. Así se identifica que los determinantes socioeconómicos inciden en el
sostenimiento y bienestar de la población adulta mayor; las desigualdades en los niveles de educación acentúan las brechas para el acceso al mercado laboral.