En este momento Colombia evidencia una disminución en el número de contagios por COVID-19; pero aún así, tiene
todas las condiciones dadas para presentar un nuevo aumento de casos y un eventual cuarto pico.
La preocupación más grande es Delta: un linaje foráneo y altamente contagioso, que sigue creciendo dentro del territorio nacional.
Frente a este escenario, el Ministerio de Salud y Protección Social ha sido en enfático que, más allá de la vacunación, la estrategia PRASS (es decir, la búsqueda activa de infectados), deberá ser muy completa para frenar la cadena de contagios. Pero además, las medidas de bioseguridad jugarán un papel clave en este periodo de la pandemia.
“Las vacunas tienen un efecto espectacular. Tienen una proporción de 70 u 80 por ciento de minimizar el riesgo, pero si no se atienden las medidas de bioseguridad existe la posibilidad de que una parte de la población cercana al 20% pueda tener la enfermedad”, aseguró Luis Alexander Moscoso, viceministro de Salud Pública y Prestación de Servicios.
El funcionario reiteró la importancia de que todos sectores mantengan los protocolos de seguridad e invitó a recordar que la “reactivación no significa eliminar medidas”. Particularmente, hizo un llamado de atención al sector empresarial, que en este momento reúne 248 de los 703 conglomerados COVID-19 que reporta el país.
Esta cifra indica que en los lugares de trabajo hoy están más del 35 por ciento de todos los conglomerados del territorio nacional. Dentro de ellos, además, se reportan 11 fallecidos y 3.065 positivos; lo que supone una positividad del 35,41 por ciento dentro de la población.
“Invito, junto a las autoridades de las entidades territoriales a revisar los protocolos en los centros de trabajo. Estamos viendo que las empresas simplemente decidieron acabar con los protocolos”, aseguró el funcionario de la cartera.
Moscoso agregó que esta situación también está sucediendo en otros escenarios como restaurantes, lugares en los que han empezado a colocarse mesas de más y a relajarse las medidas.
“Las mesas que antes eran para dos, ahora son para cuatro o para seis. En estos sitios cerrados y donde nos quitamos el tapabocas hay un riesgo muy grande. Ya tenemos varios conglomerados en este tipo de lugares”, aseguró Moscoso.
En efecto, con corte al 10 de septiembre, el Instituto Nacional de Salud reporta que los 541 conglomerados restantes se distribuyen así: 126 en centros de protección; 80 conglomerados comunitarios (en barrios, veredas o sectores); 102 en instituciones educativas; 67 en instituciones de salud; 42 en población carcelaria; 17 en la policía; 14 en comunidades indígenas; 6 en las Fuerzas Militares y 1 en población migrante.
El riesgo de Delta no significa que no puedan hacerse reuniones, eventos o que dejará de dinamizarse la economía, pero sí que el país debe hacerlo de forma responsable y segura. Para el viceministro un buen ejemplo es la Feria de las Flores, que se llevó a cabo con mediano y moderado cumplimiento de protocolos.
“A hoy no tenemos impactos grandes de este evento, lo que muestra que si cumplimos los protocolos podemos disminuir el contagio y los riesgos de conglomerados. Con vacunación acelerada y las demás estrategias es posible
que Colombia siga en la curva de descenso, todo depende de nosotros”, concluyó el funcionario.