Esperando el final
Hoy es uno de esos días en que el corazón no se parte en dos, sino en cientos de pedacitos, la sensación es de vacío, impotencia, indignación, a veces siento que nado contra la corriente y me canso, pero persevero para lograr cambiar el final de esta historia para otros.
Desde el pasado 12 de mayo una paciente a quien llamaré María (para proteger su identidad) requirió una combinación de medicamentos como única opción para tratar una reactivación de adenovirus, la medicación ordenada no tenía registro Invima, pero si contaba con evidencia científica internacional en casos como el de ella, por la urgencia y estado del paciente, su médico tratante solicitó al Invima autorizar la importación en el menor tiempo posible, pero esta comunicación fue ignorada.
La Corte Constitucional se ha referido reiteradamente a la existencia de dos vías para acceder a un medicamento que no tiene el registro Invima para determinada patología, una de ellas es el consenso que exista en la comunidad científica sobre el particular, en el caso de María este consenso existía.
La misma Corte ha dicho que las órdenes del médico tratante, sin importar la fase de la atención en salud, toman una connotación de fundamental respecto del paciente, ya que se fundan en un criterio científico y objetivo del galeno para la protección del derecho a la salud, pero este criterio no fue suficiente para el Invima, así que a María le tocó recurrir a la acción de tutela.
Se interpuso la tutela con medida provisional, la juez concedió la medida provisional pero nunca se cumplió, la tutela falló a favor pero nunca se cumplió, la EPS quiso cumplir el fallo pero el Invima no autorizaba la importación, se puso desacato y no alcanzó a fallar, porque mientras se esperaba respuesta del Invima al desacato, María entró en estado premortem….
¿Cómo se puede pasar por encima de los derechos constitucionales, de todos los tratados internacionales en los que participa Colombia para proteger la vida y la salud?, se pasa una y otra vez por encima de los derechos de los pacientes, estamos en un país donde existen leyes para la protección de pacientes con diversas enfermedades entre ellas el cáncer, un país con cualquier cantidad de normativa en salud, con sentencias claras y contundentes de la corte constitucional, pero de qué sirve todo esto si se sigue pasando olímpicamente de ellas, sin importar las vidas de quienes con uñas y dientes luchan contra la indolencia, la desidia y la negligencia administrativa.
Si hoy le entregaran el medicamento que estuvo esperando desde el 12 de mayo de 2021, de nada serviría, porque ya no hay retorno…..
Las familias terminan tan agotadas en estos procesos desgastantes que emprender medidas penales no lo contemplan como una opción, pero hasta que no haya una sanción ejemplar no pasará nada…
El pasado viernes María le decía a su médico que ella no quería morir por su hijo, hoy está en una cama de hospital ya no esperando un medicamento que nunca llegó, ahora ella solo espera su final…..
Hoy solo tengo el corazón roto.