El Gobierno y el Estado Mayor Central (EMC), la principal facción disidente de las Farc, inician este martes un tercer ciclo de diálogos destinados a avanzar en el camino hacia la paz. Se destaca un balance «positivo» del cese al fuego bilateral que ha estado en vigor durante tres meses y que se encuentra pendiente de renovación.
En un video, el jefe negociador del Gobierno, Camilo González Posso, afirmó: «Se llevará a cabo una evaluación de los tres meses de cese al fuego, utilizando un mecanismo de verificación, un informe de contingencia y un balance que, a pesar de presentar irregularidades, se percibe como positivo en términos generales».
Este cese al fuego inició el 15 de octubre y está programado hasta el 15 de enero, por lo que su extensión será tema de discusión en la mesa. Además, las hostilidades disminuyeron considerablemente después de que la principal facción anunciara, el 12 de diciembre, su renuncia al secuestro con fines económicos.
Este ciclo, que concluirá aproximadamente el 20 de enero, se llevará a cabo por primera vez en Bogotá. Se espera la llegada de los delegados del EMC, quienes fueron reemplazados en diciembre después de que la guerrilla decidiera destituir a ‘Andrey Avendaño’ como jefe de la delegación y nombrar a ‘Leopoldo Durán’.
Las partes retomarán la agenda de negociaciones, la cual concluyó su segundo ciclo el 12 de diciembre con el anuncio de la suspensión de los secuestros con fines económicos. Aunque el cese al fuego seguirá siendo central, no será el único tema en discusión.
El jefe negociador del Gobierno detalló que también se abordarán «compromisos de respeto a la población civil, no solo en relación con el secuestro o privación de la libertad». Además, se discutirán temas como «transformaciones integrales frente a economías ilícitas».
«De manera muy importante, se iniciará la construcción, si la mesa así lo decide, de una agenda ambiental con decisiones de aplicación inmediata en la zona de la Amazonía. Esto incluirá asuntos como la no deforestación, el respeto a las organizaciones y su autonomía, y la respuesta a las comunidades en esta materia», precisó González.
Estos temas también han sido objeto de debate en otras reuniones entre el Gobierno y el EMC, las cuales experimentaron altibajos y una interrupción después de que en noviembre se acusaran mutuamente de incumplir lo pactado debido a operaciones militares en el suroeste del país.
En ese sentido, el 5 de noviembre, el EMC decidió suspender la mesa de diálogos, instalada apenas 21 días antes con un cese al fuego bilateral. Argumentaron un «incumplimiento total» por parte del Estado de los compromisos adquiridos, ya que denunciaban que las Fuerzas Militares no habían abandonado una zona del departamento del Cauca, acordada para su retirada.
Este anuncio ocurrió tras la retención de cerca de 200 soldados en El Plateado (Cauca), quienes habían llegado para garantizar la seguridad de las elecciones de alcaldes y gobernadores el pasado 29 de octubre. Días después, presionada por el EMC, la comunidad obligó a los militares a salir de la zona, respaldando las denuncias de las disidencias, que solicitaban su retirada del Cañón del Micay, su área de influencia.