La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) abrió formalmente el primer nuevo macrocaso desde el 2019. Se trata del macrocaso 10 que agrupa 306 informes entregados por la sociedad civil, así como los informes de la Fiscalía sobre crímenes cometidos por las Farc-EP durante el conflicto armado.
Entre estos están graves infracciones al derecho penal internacional como homicidios de personas protegidas por el derecho internacional humanitario, desapariciones forzadas, desplazamiento forzado, violencia sexual, y el uso de medios y métodos ilícitos de guerra.
Estos crímenes serán investigados y juzgados por la JEP en el macrocaso 10 siempre que no estén siendo investigados en otro macrocaso. El macrocaso fue denominado ‘Crímenes no amnistiables cometidos por miembros de las extintas Farc-EP por causa, con ocasión, o en relación directa o indirecta con el conflicto armado colombiano’.
Es decir, si bien el macrocaso 10 integra todos los delitos perpetrados por las Farc-EP durante el conflicto armado, se trata de hechos ocurridos por fuera de los municipios que hacen parte de los tres macrocasos territoriales ya priorizados por la JEP, y también de aquellos hechos que están por fuera de las conductas analizadas en los casos de secuestro y de reclutamiento y utilización de niños y niñas en la guerra.
La Sala llamará a rendir versión colectiva sobre estos hechos a exguerrilleros de todos los frentes, y a llamará versión individual a los comandantes de la antigua guerrilla en todo el país, así como a quienes sean identificados como ejecutores notorios. Los llamados a rendir versión deberán aportar verdad plena, detallada y exhaustiva sobre estos graves crímenes.
La Sala decidió abrir este nuevo macrocaso priorizando a partir de tres criterios objetivos de impacto: la gravedad de los hechos, la magnitud de la victimización y la representatividad. Igualmente partió de los dos criterios subjetivos de impacto que son: la vulnerabilidad de las víctimas y la representatividad de los presuntos responsables.
La metodología a seguir será la de la investigación macrocriminal, enfocando los esfuerzos en la agrupación de crímenes por patrones de hechos y en la identificación de los máximos responsables. Como lo revelan los informes de la Fiscalía y del Sistema Penal Acusatorio, la gran mayoría de estos crímenes permanecen en la impunidad.
En las etapas anteriores a la priorización la JEP ya agrupó los hechos en tres patrones: primero, los crímenes cometidos en ejercicio del control social y territorial, segundo, los crímenes cometidos en desarrollo de las hostilidades y tercero, los crímenes cometidos en contextos urbanos. El tercer patrón parte del reconocimiento de asesinatos selectivos por parte de antiguos miembros del último Secretariado de las Farc-EP, así como de los expedientes que registran ataques urbanos con explosivos como el del Club El Nogal.