La reforma a la salud se ha convertido nuevamente en el punto central de debate en el Congreso de la República. La comisión accidental ha presentado sus conclusiones sobre el proyecto del gobierno del presidente Gustavo Petro, lo que arroja luz sobre el futuro de las EPS en Colombia.
En una sesión plenaria de la Cámara de Representantes celebrada este jueves, los congresistas que conformaban la comisión han compartido algunos puntos críticos que persisten en el proyecto.
En términos generales, la reforma a la salud continúa enfrentando desafíos significativos en lo que respecta a los aspectos esenciales, y estos no han sido resueltos satisfactoriamente por los representantes del gobierno de Petro ni por las bancadas independientes y de oposición. La discusión se ha centrado en lo que sucederá con las EPS en Colombia.
Uno de los puntos cruciales que aún está en discusión se refiere a la funcionalidad y centralización del sistema de salud en la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud (Adres).
La pregunta clave es si las EPS desaparecerán en Colombia. Varios congresistas han señalado que no han logrado llegar a un consenso sobre la gestión de los recursos, lo que finalmente determinará el destino de las EPS.
El representante a la Cámara, Víctor Salcedo, expresó su preocupación: «La subcomisión no logró acuerdo en lo fundamental. Esto deberá discutirse en la plenaria. También nos preocupa el período de transición de dos años, la asunción de la gestión del riesgo en salud por parte del Estado y la reintroducción de facultades extraordinarias para adoptar un régimen especial».
En resumen, si el gobierno continúa con su intención de centralizar los recursos en el sector público, la estructura de la atención médica cambiaría y las EPS perderían relevancia en Colombia. Según la reforma propuesta, estas entidades se convertirían en complementos de la atención brindada por los centros de salud públicos.
Sin embargo, los congresistas independientes y de oposición continúan argumentando que la reforma a la salud en Colombia, tal como está planteada, perjudicaría a los ciudadanos. Julia Miranda, representante a la Cámara, señaló: «Esta propuesta fragmenta la gestión del riesgo en salud en varios actores, lo que consideramos preocupante, ya que diluye la información y la agencia del usuario. Además, no especifica claramente quiénes serían los responsables de garantizar la continuidad de la prestación del servicio».
El punto clave aquí es preservar la atención focalizada que las EPS en Colombia pueden ofrecer.
Finalmente, tampoco se ha llegado a un acuerdo concreto sobre la duración del período de transición una vez que se apruebe la reforma a la salud en Colombia. Para algunos congresistas, el período de dos años sigue siendo insuficiente.
En resumen, el futuro de las EPS en Colombia continuará siendo definido en la plenaria de la Cámara de Representantes. Martha Alfonso, representante a la Cámara, admitió: «Se han realizado ajustes significativos al texto, se han corregido errores de redacción y se han aclarado los roles de los distintos actores en funciones. Creo que esto fortalecerá la reforma».
Por el momento, se espera que el gobierno y las EPS establezcan los parámetros para acordar el pago de las deudas pendientes con estas instituciones durante el proceso de reforma a la salud en Colombia.