«Me la destrozaron, por eso no me la dejan ver completa», expresó Julio Rubio con voz entrecortada, al referirse al cadáver de su hija Ivonne, de 26 años, colombiana-israelí, quien fue asesinada durante la masacre perpetrada por milicianos del movimiento islamista Hamás en un festival de música electrónica en el sur de Israel el pasado sábado. El cuerpo de Ivonne yacía cubierto por una tela gris.
«Está destrozada donde está; ese es el resultado del terrorismo», afirmó ante la presencia de cientos de personas que asistieron al velorio de la joven. Ivonne, madre de un niño de cuatro años y pareja de Antonio Macías Montaño, quien también estuvo presente en el festival y permanece desaparecido, fue sepultada este jueves en el cementerio Har Hamenujot de Jerusalén. La emotiva ceremonia contó con la participación del alcalde de Jerusalén, Moshe Lión, así como compañeros de trabajo, amigos y personas cercanas a la familia, muchos de ellos de origen colombiano.
Los oradores destacaron las cualidades de Ivonne, describiéndola como una «gran madre, persona e hija,» una persona generosa que siempre irradiaba alegría y una sonrisa.
La madre de Ivonne, Gloria, se mostró desconsolada y exclamó: «Me mataron a mi niña, desgraciados, me la mataron,» en referencia al asesinato de su hija por parte de milicianos de Hamás, quienes se infiltraron desde la Franja de Gaza y causaron la muerte de más de 1,300 personas en Israel. Esto desencadenó una guerra que hasta ahora lleva seis días y ha dejado al menos 1,400 muertos en el enclave palestino.
Ivonne, quien trabajaba en una universidad y también era modelo, estuvo desaparecida desde el sábado hasta el miércoles por la mañana, cuando el Ejército israelí notificó a su padre que habían identificado su cuerpo a través de una prueba de ADN. Hasta ese momento, se temía que Ivonne fuera una de las más de cien personas secuestradas por Hamás y llevadas a la Franja de Gaza como rehenes.
Al entierro asistieron también familiares y amigos de la pareja de Ivonne, quien es padre de una niña de seis años y también de origen colombiano, y cuyo paradero aún es desconocido.
La ceremonia fue transmitida por videollamada a familiares y amigos en diferentes partes de Israel y Colombia, mientras que otros presentes recibían alertas en sus teléfonos móviles sobre el lanzamiento de cohetes a las comunidades del sur cercanas a Gaza, en el marco del incesante intercambio de fuego en la zona.
Luego de una oración religiosa judía, el cuerpo de Ivonne fue trasladado en una camioneta al lugar de su sepultura, sobre el cual se colocaron arreglos florales.
Según relató Julio, las últimas palabras de su hija tras el inicio del ataque fueron: «Papi, estamos en guerra. Estoy corriendo hacia un búnker.»
El padre de la joven denunció: «Cogieron a niños inocentes que estaban en una fiesta para atacarlos de una manera brutal, desarmados, sin uniforme y sin nada. Ellos no representaban a nuestro Ejército; estaban en una fiesta y estos vulgares asesinos los atacaron salvajemente.» Hasta ahora, se han recuperado al menos 260 cuerpos sin vida, lo que marca este episodio como uno de los más sangrientos en esta guerra.