El maestro Fernando Botero, considerado el más grande artista colombiano de todos los tiempos, nos dejó a los 91 años de edad en Mónaco, después de enfrentar complicaciones de salud. A lo largo de su ilustre carrera, Botero se destacó principalmente por su serie de obras conocidas como ‘Gordas’, que dieron origen a su propia corriente artística, el Boterismo.
Este prolífico artista logró ventas millonarias de sus obras, incluyendo su icónica escultura ‘Madre e Hijo’. Nacido en la capital paisa en 1932, Botero comenzó su camino artístico como banderillero, inicialmente involucrado en la tauromaquia. Posteriormente, se convirtió en ilustrador de una publicación del diario El Colombiano y, finalmente, se adentró en el mundo del arte.
Su pasión por la pintura se manifestó desde temprana edad, y en 1950 se trasladó al Viejo Continente para estudiar en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid y la Galería de la Academia de Florencia.
Botero desarrolló un estilo único caracterizado por sus figuras voluptuosas y redondeadas, lo que le granjeó fama internacional. Se convirtió en uno de los artistas más influyentes de su generación, y sus obras se exhiben en museos y galerías de todo el mundo.
Su legado es un motivo de orgullo cultural y ha dejado una huella icónica en el paisaje urbano, especialmente en ciudades como Medellín.
Además de su contribución artística, Botero también fue un firme defensor de la paz en Colombia. En el año 2000, donó 260 de sus obras al Museo de Antioquia en Medellín, en un gesto de esperanza para el futuro de su país.
Las condolencias de personalidades de todo el mundo han comenzado a llegar. El expresidente Juan Manuel Santos lo ha calificado como “uno de los más grandes artistas de Colombia y del mundo” y ha destacado su generosidad hacia su país.
Fernando Botero fue un talentoso pintor, escultor y dibujante, que no solo deleitó a millones con sus obras distintivas, sino que también protagonizó algunas de las ventas de arte más valiosas y representativas.
Casas de subastas como Sotheby’s y Christie’s han vendido sus obras más codiciadas del “boterismo” por sumas que superan el millón de dólares en varias ocasiones. A lo largo de los años, las conocidas ‘gordas’ de Botero continúan siendo reconocidas por personas de todas las edades en todo el mundo, en parte debido a las giras del artista colombiano y al entusiasta recibimiento de los críticos internacionales.
En 2018, la escultura más cara de Botero, ‘Adán y Eva’, una versión más reciente (2003) de una obra original de 1999, se vendió por US$2,9 millones en una subasta realizada por la casa británica Bonhams, tras el fallecimiento del millonario saudí Walid Juffali, quien la tenía en su colección de arte. En 2014, la misma obra se había vendido por US$2,6 millones.
En mayo de 2006, sus pinturas ‘Los músicos’ (1979) y ‘Los cuatro músicos’ (1984) alcanzaron un precio de venta de US$2,1 millones en una subasta, marcando un hito como las obras sobre lienzo de Botero más caras hasta ese momento. Estas obras son especialmente significativas para amantes y expertos del arte, ya que la pintura de 1979 fue la portada del catálogo de la primera exposición retrospectiva de Botero en Estados Unidos, que se llevó a cabo en el Hirshhorn Museum de Washington.