Una de las principales dificultades que tendría la implementación en Colombia de una tarifa diferencial en el precio de la gasolina para taxistas sería su puesta en marcha logística en estaciones de servicio.
Si bien, el Gobierno manifestó que este beneficio se aplicaría en algunas estaciones y se haría con base a información de los datos disponibles del RUNT, existen preocupaciones serias sobre la falta de control de la medida, que podría causar detrimento fiscal ante una deficiente vigilancia y el crecimiento de contrabando, entre otros temores.
Según Alejandro Rivera, líder de la federación de estaciones de combustibles, aplicar una tarifa diferencial para los taxistas podría generar lo que los expertos llaman contrabando técnico, es decir que los conductores de taxis reciban el beneficio y después vendan el combustible en un mercado alterno a un precio mayor.
Esta misma preocupación la comparte José Manuel Moreno, exdirector de Hidrocarburos del Ministerio de Minas y Energía, quien asegura que aunque, en teoría, una tarifa diferencial es viable, esta propuesta también abre la puerta a prácticas ilícitas, como el contrabando o desvíos de gasolina, si no se hace un control estricto en la asignación de este beneficio.
De acuerdo con Moreno, la medida podría generar un detrimento fiscal debido a la mala entrega o al deficiente control en el seguimiento de la asignación de los beneficios.
“Toda la implementación tecnológica, regulatoria y logística de controles de alarmas y de seguimientos es muy importante para que el esquema tenga éxito”, agrega.
Entre tanto, César Vera, presidente de la Fundación Xua Energy, dijo que un precio diferencial puede llegar a complejizar la operación de las estaciones de servicio porque esto les implicaría tener que reforzar sus controles sobre su personal y sus equipos para evitar adulteraciones.
Para Vera, si bien esto se podría lograr con la implementación de un software y hardware especializado en las estaciones y chips en los vehículos, esto podría resultar costoso y requeriría tiempo y controles en campo para evitar distorsiones.
“Se puede hacer, pero sería costoso, de difícil control y por esa vía rápidamente todos los sectores van a tener un argumento para pedir lo mismo. Es mejor pensar en otro tipo de medidas para mejorar estructuralmente la competitividad del sector”, concluye Vera.