Fin a una historia que tenía su final escrito. Hernán Darío Bolillo Gómez dejó de ser el entrenador del Junior de Barranquilla, luego de cinco meses de haber asumido el cargo en reemplazo de Arturo Reyes, a falta de confirmación oficial.
La eliminación en los octavos de final de la Copa Colombia ante Cúcuta Deportivo fue el detonante que le faltaba a una situación que venía siendo insostenible por el mal ambiente generado contra él y el equipo. Bolillo presentó la renuncia luego del compromiso en el Metropolitano.
Luego de haber empatado ante Deportivo Pasto por la fecha 6 de la Liga Colombiana, Bolillo tuvo una reunión con las directivas del equipo y el juego de vuelta por la Copa Colombia era el condicionante para su continuidad. Si bien lo respaldaron tras ese resultado, no avanzar de ronda supondría su final, tal y como pasó.
“Los futbolistas sienten que no hay apoyo al técnico. Son cosas que uno tiene que pensar. Voy a conversar con los directivos, porque no uno no sabe si tiene que llegar otro man que no le toque tomar decisiones como a mí. Ante decisiones tan difíciles la cogen conmigo. Yo llevo el equipo hasta acá, para meterla, no puedo meterla. El ambiente es demasiado pesado”, dijo en su momento el antioqueño.
Tras los malos resultados obtenidos en el campeonato, la hinchada se la tomó contra el entrenador. Jugando de local, recibió insultos y en repetidas ocasiones pidieron su cabeza con cánticos como ‘ya se va, ya se va, Bolillo ya se va’.
Desde que asumió en marzo, Bolillo estuvo al mando del equipo durante 20 encuentros. Tuvo un buen cierre de primer semestre, con un repunte en la tabla de posiciones que por poco le permite meterse dentro del grupo de los ocho y hacer parte de los cuadrangulares.
Sin embargo, en lo que va del actual semestre, estuvo al frente en 7 compromisos, de los cuales perdió 3, empató la misma cantidad y ganó solo uno, la vuelta ante el Cúcuta que de poco sirvió ya que terminaron eliminados. El rendimiento es de 46.6% con 19 goles marcados y 19 recibidos.