Desde la Sierra Nevada de Santa Marta, el Presidente Gustavo Petro hizo un llamado a la unión de los pueblos indígenas de esa región del país para transformar el uso ilegal de la hoja de coca en una economía de uso lícito, lo cual consideró que es fundamental para la construcción de la Paz Total.
El llamado lo hizo el Jefe de Estado durante el acto de lanzamiento de la estrategia ‘Tejido de Paz’, un programa piloto de apoyo a la construcción de paz a partir de la formación e investigación concertada con los pueblos indígenas sobre el uso ancestral y cultural de la hoja de coca, impulsado por el SENA con el acompañamiento de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
“Ahora se trata de ver cómo esas comunidades indígenas que hoy viven en muchas partes del territorio nacional, bajo el miedo, bajo la muerte, bajo el asesinato, bajo la masacre, precisamente porque esa hoja de coca es usada de otra manera, podría retornar a un uso que no provoque la muerte. Esa es la paz. Sustituir una economía por otra”, indicó.
Y agregó: “Vamos a ver cómo el pueblo arhuaco y los pueblos indígenas de Colombia le enseñan al país una forma de usar la hoja de coca diferente, no la que ha construido una sociedad para matarse entre sí, sino la que ha construido una sociedad para dialogar entre sí y dialogar con la naturaleza”.
En ese contexto, el Mandatario afirmó que uno de los usos diferentes de la hoja de coca es la producción de abono, que contribuye, además, a la descarbonización.
“Lo que aquí estamos viendo es cómo la hoja de coca puede ser usada de manera diferente a como una serie de mafias vienen utilizándola en el mundo. Una de esas formas es el abono. Se puede hacer fertilizantes para producir alimentos”, sostuvo el Jefe de Estado, quien añadió: “El Gobierno se propone a nivel nacional, en las regiones de mayor producción de hoja de coca, usada de otra manera, poner fábricas para comprar esa hoja de coca y volverla abono sin carbón. Abono descarbonizado o, si queremos otra palabreja, biofertilizantes. Las comunidades indígenas podrían ayudarnos en ese empeño”.
Unidad de los pueblos indígenas
Por lo tanto, el Mandatario resaltó que para avanzar en ese propósito es indispensable la unión de los pueblos indígenas de la Sierra para defender el territorio y no darle paso a los violentos.
“Es indispensable la unidad del pueblo arhuaco y la unidad de los pueblos indígenas de la Sierra Nevada, del corazón del mundo. Y el Gobierno no debe ser factor de división, como lo ha sido, sino que tiene que ser factor de unión. La próxima vez que yo venga por acá, ojalá, no exista la división entre la comunidad arhuaca, sino que podamos construir una hermandad en el corazón del mundo”, manifestó.
Por último, el Presidente enfatizó que esa unión también es clave para el desarrollo de las energías limpias, para la conectividad y la transformación de la hoja de coca en actividades productivas de uso lícito.
“Ojalá cuando vuelva encontremos esa unidad, encontremos que aquí hay red para esos computadores, y que va a empezar a montarse la comunidad energética Terra para producir energía limpia y que vamos a ampliar las posibilidades de la lengua y de la cultura en estos espacios. Vamos a ver los campos con la palma amarga para construir las habitaciones”, concluyó.
Durante la jornada, el Gobierno Nacional, a través del Ministerio de las TIC, hizo entrega de 20 computadores para mejorar los procesos de educación de los niños, niñas y jóvenes de las comunidades indígenas.
La estrategia Tejidos de Paz
La estrategia Tejidos de Paz tiene dentro de sus propósitos la articulación de esfuerzos que permitan materializar los compromisos del Gobierno Nacional con los pueblos indígenas, a partir del diálogo social en la formación, investigación y desarrollo económico territorial.
El programa se denomina Tejido de Paz porque es la creación de conciencia y de diálogo de saberes entre distintas culturas y pueblos sobre la concepción de la hoja de coca, su ancestralidad y la manera en que desde la formación y la investigación aplicada de manera concertada con las comunidades indígenas se reivindiquen los usos alternativos a la hoja de coca como producto agrícola, que permitan la cohesión social, la reconciliación entre los pueblos y la paz.