Pablo Milanés, el baladista galardonado con el Latin Grammy que ayudó a fundar la Nueva Trova Cubana y le dio la vuelta al mundo como embajador cultural de la Revolución Cubana, falleció en España, donde había recibido tratamiento por cáncer de sangre. Tenía 79 años.
El deceso se produjo la madrugada del martes en Madrid, donde vivía el artista y recibía atención médica desde 2017 por la enfermedad oncohematológica que lo afectó los últimos años.
“Con gran dolor y tristeza, lamentamos informar que el maestro Pablo Milanés ha fallecido”, señaló la oficina del artista. “Agradecemos profundamente todas las muestras de cariño y apoyo, a toda su familia y amigos, en estos momentos tan difíciles. Que descanse en el amor y en la paz que siempre ha transmitido. Permanecerá eternamente en nuestra memoria”.
El artista, que en los últimos años residió en la capital española, tenía un frágil estado de salud y sufría, entre otras dolencias, un trastorno renal por el que recibió un trasplante de riñón en 2014.
En los últimos meses el intérprete de temas clásicos como ‘Yolanda’ «El breve espacio que no estás» o «Yo pisaré las calles nuevamente y «Para vivir» había tenido que cancelar varias actuaciones de su gira Días de Luz.
El pasado 21 de junio ofreció su último concierto en La Habana, donde actuó para miles de personas en un estadio deportivo.
A principios de los años 1960 Pablo Milanés compuso algunos de sus primeros temas, como «Tú, mi desengaño» y «Mis veintidós años».
Pese a declararse revolucionario, a mediados de esa década fue recluido en una Unidad Militar de Ayuda a la Producción (UMAP) con solo 23 años.
Las UMAP eran campos de trabajos forzados a los que el gobierno de Fidel Castro enviaba a artistas, intelectuales, religiosos y homosexuales por supuestamente desviarse de los valores de la revolución.
Milanés fue enviado allí por expresar ideas discrepantes con el oficialismo, según contó más adelante en entrevistas en las que recriminó al gobierno no haberle pedido disculpas por este episodio.
«La música es todo para mí, la mejor forma que encuentro para expresarme, la mejor manera de sentir e incluso de pensar. Creo que los músicos contamos con otro lenguaje muy especial que nos permite comunicar, eso es algo único», confesó el artista, nacido en Bayamo (este) el 24 de febrero de 1943.