Con el cambio en el límite de velocidad en la carrera 64C, también conocida como Autopista Norte, que en diciembre de 2020 pasó de 80 km/h a 50 km/h como medida de gestión de la velocidad para salvar vidas las muertes por incidentes viales se han reducido en un 62 % en esta zona de la ciudad.
Con corte a septiembre de 2021 se han registrado cinco víctimas fatales por incidentes viales, mientras que en el mismo periodo de 2019 fueron trece. Este año se han perdido las vidas de tres peatones y dos motociclistas.
“Seguiremos insistiendo en estrategias de gestión de la velocidad en corredores importantes de la ciudad para que los conductores de todos los medios de transporte puedan tener oportunidad de reaccionar y seguir cuidando la vida en las vías”, aseguró el subsecretario Técnico de Movilidad, Víctor Piedrahíta.
Esta iniciativa está enmarcada en Visión Cero, la estrategia global de seguridad vial que adoptó la Alcaldía de Medellín bajo la cual ninguna muerte en la vía es aceptable y todas se pueden evitar. Hasta 2020, la carrera 64C registró la mayor cantidad de víctimas por incidentes viales en Medellín, en los últimos cinco años se presentaron más de 6.000 incidentes de tránsito, resultaron lesionadas más de 4.000 personas y fallecieron 61 más.
Según la Organización Mundial de la Salud, el exceso de velocidad es el mayor factor de riesgo en las vías. La probabilidad de muerte de un peatón impactado por un vehículo aumenta exponencialmente entre los 30 y los 50 kilómetros por hora. A 60 kilómetros por hora, nueve de cada diez peatones morirán. Esto hace necesaria la gestión de la velocidad en entornos urbanos para que los conductores tengan tiempo de reaccionar y frenar.
Hace varios años, otras ciudades en el mundo implementan la gestión de la velocidad: París, Nueva York, Ciudad de México, Madrid y Bogotá, entre otras. La capital del país, por ejemplo, redujo las muertes hasta en un 70 % en avenidas específicas.
Actualmente, se adelantan estudios técnicos en la avenida 80 para determinar si es posible implementar un cambio en el límite de velocidad con el objetivo de reducir las muertes y lesiones graves de peatones y conductores.