El papa Francisco fue hospitalizado este domingo en el Policlínico Gemelli de Roma donde será operado de estenosis diverticular en el colon.
Precisamente sobre la enfermedad que aqueja al papa, se conoció que la cirugía es para reducir los problemas causados por los divertículos, que son pequeñas hernias en la pared del colon con un amplio espectro de manifestaciones clínicas incluyendo hemorragia, inflamación (diverticulitis) o las complicaciones asociadas a la misma (obstrucción o perforación).
El Papa apareció al mediodía de este domingo en perfecto estado de salud para la oración mariana del Ángelus, cuando anunció desde la ventana de su despacho del Palacio Apostólico que del 12 al 15 de septiembre próximo viajará a Eslovaquia y Hungría. Fue tres horas más tarde, a las 15 locales, cuando fue visto llegar al hospital Gemelli, como siempre en forma muy discreta, en el simple auto azul que suele utilizar, acompañado por una comitiva diminuta: sólo su chofer y un estrecho colaborador.
La intervención quirúrgica fue programada hace tiempo -de hecho algunos en el Vaticano estaban al tanto- y coincide con las vacaciones que como siempre el exarzobispo de Buenos Aires se toma en el mes de julio, cuando no viaja a ningún lado, sino se queda en el Vaticano y descansa. De hecho, como de costumbre, durante este mes, el Papa suspendió las audiencias generales de los miércoles, que retomará el 4 de agosto, pero sí mantuvo la cita dominical de la oración mariana del Ángelus.
La enfermedad diverticular de colon es muy común en la sociedad occidental y afecta casi a un 65 % de la población a los 85 años de edad, según las mismas fuentes.
En los últimos tiempos, Francisco ha sufrido varios ataques de ciática que le han obligado a posponer algunos actos, pero se le desconocen otras enfermedades, salvo de las que él mismo ha hablado en el pasado.