Disminuir emisiones que contaminan el aire es responsabilidad de todos en Medellín

Cada año, por esta época, suele presentarse en nuestra ciudad la transición de la temporada seca a la lluviosa, que incide en la calidad del aire y que, en ocasiones, obliga a las autoridades ambientales a tomar medidas frente al tema.

Las emisiones, producto de la combustión de los vehículos que circulan a lo largo y ancho de nuestra ciudad, son consideradas como un factor determinante para que se presente por estos meses del año un incremento en las concentraciones de contaminantes en el aire.

Con el fin de conocer un poco más sobre esto, en particular sobre las emisiones que hacen los vehículos, decidimos conocer el punto de vista de la Secretaría de Medio Ambiente, aunque es un tema que involucra también a otras dependencias, como la Secretaría de Movilidad y el Área Metropolitana del Valle de Aburrá.

Hablamos con Diana Fernanda Castro Henao, líder de la Unidad de Educación de Buenas Prácticas Ambientales de la Secretaría de Medio Ambiente de Medellín y esto fue lo que nos contestó.

¿Cómo es el proceso por parte de ustedes, para establecer los controles de emisiones de las fuentes móviles en nuestra ciudad, para que los vehículos circulen con los permisos requeridos?

“Como Secretaría no hacemos control a las fuentes móviles. Tenemos la responsabilidad de trabajar con la comunidad con acciones de educación y sensibilización para que se incorporen mejores prácticas ambientales. Una de las estrategias que tenemos para acercarnos al sector del transporte es el Pacto por la Calidad del Aire, a través del cual las empresas adquieren compromisos voluntarios para disminuir las emisiones. El trabajo que realizamos en el Pacto tiene unos ejes temáticos establecidos para orientar estos compromisos de las empresas de acuerdo con su actividad económica; estos están relacionados con la renovación vehicular, acción que considero muy positiva, al igual que el mejoramiento de los combustibles y el control de las fuentes móviles.

La norma colombiana requiere orientarse a la medición de las emisiones de una forma distinta y todavía hay muchos vehículos que no la cumplen, pero hay una intención cada vez mayor de parte de la Alcaldía de Medellín por hacer las mediciones de los vehículos en la vía, se hacen cumplir las normas de tránsito y se ponen comparendos de acuerdo con lo establecido; lastimosamente todavía hay empresas que hacen evasión modificando las características de los vehículos o falsificando los documentos de revisión tecnomecánica, lo cual altera la medición y el resultado, cosas que se escapan al control y que quedan muy en conciencia de los ciudadanos.

Es que el control de las emisiones vehiculares -resalta Diana- depende de la responsabilidad de cada uno de los ciudadanos, porque la gente se debe convencer de que alterar esto o falsificar un documento o evadir la ruta de las mediciones no es algo positivo; no nos podemos sentir orgullosos de ser vivos, porque lo que estamos es generando una problemática mayor en la calidad del aire que nos afecta a todos. En esa ruta de sensibilización estamos avanzando para convencer a cada ciudadano de que esto depende del actuar de cada uno de nosotros y no solo de lo que se hace entre la autoridad ambiental y la autoridad de tránsito”.

¿Qué tipo de vehículos son los más contaminantes?

“La autoridad ambiental nuestra, en este caso el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, hace inventarios de las emisiones, los que se constituyen en las herramientas que determinan de donde proviene la contaminación que llega al aire. El Área actualiza cada dos años esta información y es esta la fuente oficial. Esto muestra unas tendencias sobre cuál es el sector del transporte que más emite contaminantes en mayor proporción”.

¿Cuál es la solución a esta situación para una ciudad como Medellín, enclavada entre montañas?

“La solución debe ser más estructural y más de fondo. El Plan Integral de Gestión de la Calidad del Aire -PIGECA- es la herramienta que se debe utilizar a corto y mediano plazo para mejorar la calidad del aire. Lo que más puede incidir es la disminución de viajes en vehículo particular, por eso como parte de nuestro proceso de sensibilización se invita a la ciudadanía a que comparta el vehículo, a que use el transporte público, a que adopte el teletrabajo, a que se movilice en bicicleta o a pie si lo puede hacer, porque son medidas que ayudan a disminuir las emisiones”.

¿Cómo pedirle a la gente que se baje del vehículo y utilice el transporte público?

“Esto es un proceso gradual y de conciencia, porque en un buen sistema de transporte público se puede aprovechar el tiempo para leer un libro, para viajar más rápido o tener menos estrés, entre otras cosas”.

¿Las campañas sí son efectivas o hay que tomar medidas más fuertes?

“En esto, cada uno tiene que tomar conciencia de sus actuaciones y no esperar que el otro se baje del vehículo o que la Alcaldía sancione. Un sector no puede esperar a que el otro sea el que haga. Las campañas son necesarias y deben
continuar, porque un hábito no se logra cambiar en el corto plazo, porque además la cultura del consumo nos dice que conseguir un carro nos da estatus.

Hay que cambiar los referentes históricos y culturales y eso toma tiempo. Hay que imponer sanciones, medidas restrictivas, hacer campañas y educar. Hay que trabajar con todas las variables. La solución a este problema no tiene una sola respuesta; se deben implementar estrategias ambientales integradas”.

¿Cómo ve esta situación a futuro?

“Soy optimista porque veo que, desde los diferentes sectores productivos y la institucionalidad, tanto local como nacional, hay trabajo y metas frente al mejoramiento de la calidad del aire y los distintos actores vienen trabajando
bien y se refleja en hechos como el cambio en los combustibles, lo que es un gran paso para mejorar la calidad del aire. A esto se agrega que hay motivación para la renovación de los vehículos, cada vez se amplía más la cobertura del transporte público, hay empresas que capacitan a sus conductores en diferentes prácticas, que optimizan sus rutas y que hacen acciones en mejora de la calidad ambiental. Esto no depende solo del gobierno o de los sectores productivos”.

¿Un mensaje final?

“Mi propuesta es que actuemos con conciencia, que tomemos decisiones más conscientes que nos pueden ayudar a avanzar para mejorar la calidad ambiental en nuestro territorio”.