Temas no resueltos en los aspectos de diseño, supervisión y construcción habrían provocado, en abril del 2018, el colapso en el túnel de desviación de la hidroeléctrica Hidroituango que las Empresas Públicas de Medellín (EPM) construyen en el bajo Cauca antioqueño.
Así aparece consignado en un informe elaborado por analistas para reaseguradoras del proyecto y en el que se insiste que las condiciones descritas hicieron vulnerable las condiciones hidráulicas del sector donde se registró la emergencia.
Tras conocer las conclusiones del estudio el alcalde de Medellín, Daniel Quintero Calle, escribió este lunes en su cuenta de Twitter: «desde Agosto de 2019, siendo Alcalde Federico Gutiérrez, se conocía de dictamen de Reaseguradora concluyendo errores de diseño y construcción en Hidroituango. El documento fue ocultado por interesados en no demandar a contratistas».
Frente al mismo tema Alirio Uribe Muñoz, exrepresentante a la Cámara por el Polo Democrático, señaló que «#LaVerdadEsQue algunos consideran que la solución es ocultar los descalabro de EPM, los errores de ingeniería, la corrupción, los daños a las comunidades río arriba y río abajo, y la desaparición de los desaparecidos».
De acuerdo con las definiciones de los expertos los contratistas habrían incumplido en las especificaciones técnicas del contrato, no habrían diseñado y rediseñado el proyecto a la hora de planificar el túnel de desviación que colapsó y se insiste en que el interventor no habría realizado la evaluación de las especificaciones técnicas del proyecto.
En el informe, de 98 páginas, aparece que se usaron 25% menos tornillos o pernos de roca en el sector del túnel que resultó debilitado.
Los expertos también concluyeron que el refuerzo de concreto lanzado tenía menor resistencia que el utilizado en los otros dos túneles y destacaron que no se hizo piso de concreto para evitar la erosión de la roca en el túnel de la Galería Auxiliar de Desviación, que fue la que originó el taponamiento.
En otras conclusiones se detallaron que mientras otros túneles fueron fortalecidos durante todas sus etapas de construcción eso no sucedió con la galería de desviación.
También destacan los analistas que no se rellenaron con concreto y acero los sitios donde se registró sobreexcavación y que al cambiar los tornillos para el soporte del túnel de desviación, buscando cortar tiempos de construcción, se habría debilitado el soporte del túnel.
‘Coletazos’ del colapso
Tras lo sucedido en Hidroituango las directivas de EPM indicaron que la hidroeléctrica comenzaría a generar energía en diciembre del 2021, pero en un debate realizado hace un mes en el Concejo de Medellín se hizo el nuevo anuncio de inicio de operación para el año 2022.
«El proyecto se ha desacelerado, pero no se ha detenido. El avance de la obra es del 79 por ciento, pero si no tuviéramos la pandemia, estaríamos alrededor del 82 por ciento. No obstante, puedo decir con certeza que cuando estemos en el 90 por ciento podremos comenzar a generar energía con la primera unidad», explicó Álvaro Guillermo Rendón, presidente de EPM.
La concejal María Paulina Aguinaga cuestionó el atraso en cumplimiento de que al consorcio constructor (CCC Ituango) se le pagaron 4,4 billones de pesos, un 136 por ciento más del valor pactado al inicio.
La totalidad de la junta directiva de EPM, cuestionada por el alcalde Quintero, renunció hace dos semanas después de que conocieran la demanda por $9,9 billones contra los constructores, diseñadores, aseguradores e interventores del proyecto de Hidroituango.
Los 8 dimitentes aseguraron que no habían sido consultados sobre la demanda que originó sus salidas. La nueva junta apoyó la demanda. Se estima que cuando funcionen las cuatro plantas de Hidroituango se genere el 10% de la energía que consume el país.