El Ministerio de Cultura, anunció que después de tres años de disputas, el edificio Aquarela no solo afecta el patrimonio cultural del puerto y las fortalezas de Cartagena, incluido el Castillo de San Felipe de Barajas, sino que interfiere en el espacio público, razón por la cual confirma que debe ser demolido para garantizar la recuperación de 619,5 metros del espacio público de la ciudad ocupados irregularmente.
“Suministra los elementos técnicos necesarios para que las autoridades distritales ejecuten las órdenes impartidas en el proceso policivo sancionatorio y procedan a demoler el edificio Aquarela, única opción técnica recomendable para restituir el espacio público y lo más importante asegurar la integridad física de las personas que compraron de buena fe en este edificio”, explicó la ministra de Cultura, Carmen Inés Vásquez.
Por su parte, el procurador general, Fernando Carrillo, aseguró que esta medida es urgente, ya que Aquarela no cumple las condiciones sísmicas, por lo que la Alcaldía de Cartagena deberá estar a cargo de la demolición lo más pronto posible y no podrá justificarse, como la anterior administración, en que no hay los recursos para hacerlo.
“A la estructura le hace falta un 30 % de rigidez global, más de un 90 % de resistencia en muros estructurales en una cantidad considerable de muros estructurales para cumplir con los requerimientos, es decir, se está arriesgando la vida de los ciudadanos de Cartagena”, aseguró Carrillo.
El informe sobre este proyecto fue entregado por el presidente de la Asociación Colombiana de Ingenieros, Germán Pardo, quien indicó además que la torre no estaría en capacidad de resistir los cambios de diseño requeridos.
“Hay falencias graves en la identificación del tipo de suelo, en los modelos que se usaron para definir la cimentación del edificio, hay temas complementarios como las deficiencias en el tema estructural y contraincendios (…) La cantidad de pilotes indicada en la planta de cimentación no es suficiente para soportar la solicitación de carga gravitacional de la estructura, considerando la capacidad admisible de pilotes indicada en el estudio de suelos”, indicó el ingeniero.
Sin embargo, el alcalde de Cartagena, William Dau, aseguró que no ha conocido el informe de la Procuraduría por lo que una vez lo haga deberá evaluar si se lleva a cabo la demolición o no.
“Si los resultados nos convencen, ya se dará luz verde para tomar decisiones de fondo para que decidamos si demolemos el edificio o no”, afirmó el mandatario.
Tanto la ministra como el procurador aseguraron que llegado su momento defenderán los intereses de quienes compraron en este proyecto, así como que continuarán la defensa de Cartagena, ya que en 2019 el Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco alertó sobre el impacto negativo del proyecto Aquarela VIS, situación que pone en riesgo la inscripción de Cartagena como Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad.