Quiero hacer una reflexión sobre la gravedad del momento que estamos viviendo como Nación, hacer un llamado a cuidar la ciudad e incluso cuidar al país en una instancia de fragilidad social como la presente agravada por la pandemia.
El momento que atravesamos es el más difícil en generaciones. Muchos lo han perdido todo. Debemos ser conscientes de ello, cuidarnos y cuidar a los otros para enfrentar esta y cualquier otra crisis en unidad, buscar la fuerza para alcanzar el futuro que nos hemos propuesto como ciudad.
La fragilidad que vivimos como sociedad nos exige mayor responsabilidad a todos, pero esta responsabilidad recae sin duda con mayor fuerza sobre quienes gobernamos: el Gobierno Nacional, quienes gobernamos las ciudades, los congresistas y candidatos presidenciales.
Ni la marcha que se torna vandálica, ni la policía que se torna violenta, ni la militarización que amenaza la democracia. Cada día como sociedad nos debemos poner como meta que todos los jóvenes que salen a marchar regresen sanos y salvos a sus casas, que se cuiden los bienes de los comerciantes que sufren con crueldad esta pandemia y que Unidos como nación protegemos nuestra democracia. Pero, en especial, que se cuide la vida de la población más pobre, que es la más afectada, más expuesta a protestar y también a ser reprimida.
¿Habrá un tiempo más oportuno para la solidaridad y la unidad? Todos sabemos que se requieren recursos nuevos para enfrentar la crisis económica y social. Quienes más tienen más deben poner, pero no lo deben hacer desde el dolor sino desde el amor, con amor. Y ahí están los bancos, los poseedores de riquezas improductivas, las grandes fortunas. Su aporte hoy será semilla para una Colombia más próspera en la que ustedes también prosperarán. No usen su poder gremial para que las cargas caigan sobre los más vulnerables. No usen su poder en los medios para desviar la atención del problema, ni pidan a la policía y a los Alcaldes que aplasten el dolor con las armas.
Sin embargo, también quienes marchan necesitan ser conscientes: ustedes tienen la gran oportunidad de hacer de su causa la causa de la no violencia y construir un nuevo país. Expulsen de las marchas a quienes roban, incendian o dañan. Usen el poder de los símbolos y actúen para tocar las almas y los corazones de todos los colombianos. La no violencia es el arma nunca usada por nuestra nación. La no violencia en un país violento es la verdadera revolución.
Daniel Quintero Calle
Alcalde de Medellín
2 de mayo de 2021