Bogotá entrará en alerta naranja desde el próximo 13 de julio, de acuerdo con un plan de la Alcaldía que fue avalado por el Gobierno Nacional. Se trata de adoptar nuevas medidas para prevenir los contagios por el coronavirus durante julio y agosto, en un momento en el que en la ciudad crece el número de personas que han dado positivo por covid-19.
Entre las decisiones más importantes está la de implementar una cuarentena estricta por grupos de localidades en ciclos de 14 días, todo organizado de acuerdo con criterios epidemiológicos.
Esta nueva cuarentena se llevará a cabo de la siguiente forma:
Entre el 13 y el 26 de Julio: Ciudad Bolívar, San Cristóbal, Rafael Uribe, Chapinero, Santa Fe, Usme, Los Mártires y Tunjuelito.
Del 27 de julio al 9 de agosto: Bosa, Kennedy, Puente Aranda y Fontibón.
Entre el 10 y el 23: Suba, Engativá y Barrios Unidos.
La alcaldesa Claudia López explicó que hay cinco localidades que no entran en cuarentena estricta: Sumapaz, La Candelaria, Usaquén, Teusaquillo y Antonio Nariño, pero que no están exentas de que en un futuro se decrete, según la tasa de contagio.
“Estas son localidades que relativamente tienen bajos niveles de contagio y, sobre todo, de población de adultos mayores afectados, pero pueden entrar a la lista más adelante”, dijo Caludia López.
El aislamiento obligatorio aplicará también para los establecimientos comerciales de las localidades, con excepción de cinco actividades económicas fundamentales: seguridad y orden público, salud, abastecimiento, servicios de socorro y cuidado.
El pico y cédula sigue rigiendo en la ciudad y solo una persona por familia podrá salir a abastecer el hogar. Se restringirá también la venta de bebidas alcohólicas y entre las 8:00 de la noche y las 5:00 de la mañana no se permitirá la circulación de ninguna persona.
De acuerdo con la Alcaldesa, las nuevas medidas se tomaron teniendo en cuenta la alerta roja decretada en el sistema de Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) de la ciudad, para evitar que el sistema hospitalario colapse durante el pico de la pandemia en agosto.
“En la medida en la que se han autorizado la reapertura económica ha sido maravilloso por aliviar el bolsillo, pero riesgoso porque se dispara el contagio. Ya estamos al 10 por ciento de un día normal antes del covid-19 y están circulando cerca de seis a siete millones de personas todos los días en el trabajo, la calle y diferentes escenarios. Así es imposible pasar el pico sin que rebase el sistema hospitalario y necesitamos reducir en cerca de dos y medio de millones las personas que transitan en la ciudad”, dijo López.
Las medidas que se adoptaron fueron las siguientes:
1. Se garantizará una renta básica de 240 mil pesos a hogares en situación de vulnerabilidad y el mismo monto en mercados para 150.000 familias as que no están bancarizadas y no se les puede transferir el dinero. En total, serían 700 mil familias que recibirán estas ayudas para enfrentar los 14 días de cuarentena estricta en su localidad.
Además, a quienes den positivo y tengan dificultades para cumplir cuarentena por condiciones económicas, se les dará el mismo subsidio. Adicionalmente, para familias que viven en condición de hacinamiento, tendrán la alterativa de ser trasladadas a hoteles de la ciudad o en Corferias.
2. Continuará el plan de testeo masivo con el apoyo de diferentes universidades y sus respectivos laboratorios y con el de Laboratorio de Salud Pública del Distrito. En julio y agosto se harán 120 mil pruebas para seguir midiendo el impacto del virus.
3. Se reforzarán las acciones de cultura ciudadana para promover el uso estricto y permanente del tapabocas, lavado de manos, distanciamiento social y evitar las aglomeraciones. Para este fin, también se hizo un llamado al sector privado para que mantenga al 60 % de su fuerza laboral por turnos más distanciados o desde su casa durante julio y agosto.
4. Se contará con más apoyo de la Policía y fuerza pública en estos dos meses.
5. Con el trabajo articulado con el Gobierno Nacional, se llegó al acuerdo de expandir las UCI en la ciudad, quedando asegurado el número de ventiladores necesarios y el aporte de todas las entidades públicas y del sector privado para llegar a 1.032 UCI nuevas en Bogotá.