La Organización Mundial de la Salud (OMS) aceptó que el covid-19 puede contagiarse por el aire en algunas circunstancias. La OMS actualizó el documento en el que detalla los modos de transmisión del virus para incluir los denominados aerosoles, pequeñas partículas que pueden mantenerse en suspensión unos minutos con carga vírica e infectar a quien las inhale.
Sin embargo, la OMS es cautelosa debido a que las pruebas son indirectas. Además, muchos especialistas advertían de que alertar del contagio por vía aérea podría malinterpretarse por la población.
De acuerdo con los nuevos datos, ha habido brotes en algunos entornos cerrados, como restaurantes, clubes nocturnos, lugares de culto o lugares de trabajo donde la gente puede estar gritando, hablando o cantando.
“En estos brotes, dice el documento, no se puede descartar la transmisión de aerosoles, particularmente en estos lugares interiores donde hay espacios abarrotados y con ventilación inadecuada donde las personas infectadas pasan largos períodos de tiempo con otros”.
La OMS no descarta una posibilidad que cientos de científicos reclaman que contemple desde hace semanas, con quienes trabajaba para consolidar el conocimiento científico. Sobre todo, porque en la fase de retorno a la normalidad que afrontan muchos países, estos escenarios vulnerables se multiplicará n de nuevo.
Locales cerrados, con mala o nula ventilación y mucha gente hablando durante un buen rato son factores que, sumados, aparecían como la causa más probable de transmisión en varios brotes muy estudiados por los epidemiólogos desde febrero y marzo.
La OMS reconoce que “una persona susceptible podría inhalar aerosoles y podría infectarse si los aerosoles contienen el virus en cantidad suficiente para causar infección en el receptor”. Sin embargo, admite, se desconoce la dosis del virus necesaria para provocar la infección.
La vía más común de contagio son las gotas que se desprenden de boca y nariz al estornudar, toser o hablar, porque contienen más virus. Las partículas en suspensión que incluye ahora la OMS contienen muchísimos menos virus y por lo tanto es menos probable la infección.
De ahí que en la mayoría de los casos reseñados el contagio se haya producido tras una exposición prolongada, en torno a una hora, al paciente cero. Varios estudios muestran que la cantidad de gotículas que se expulsan aumentan con la fuerza de la vocalización, siendo mucho mayores al cantar, gritar o al hablar en alto que al comunicarse en voz baja.
La OMS recomienda “evitar las reuniones abarrotadas en interiores tanto como sea posible, en particular cuando el distanciamiento físico no es factible, y garantizar una buena ventilación ambiental en cualquier entorno cerrado”.
Los tapabocas siguen siendo un factor esencial para evitar que esas gotas, grandes o pequeñas, escapen de nariz o boca y expongan a otras personas al contagio.