A través de una carta publicada en la revista ‘Harper’s’, un numeroso grupo de intelectuales y artistas manifestó su preocupación por lo que ellos consideran es un ambiente de intolerancia hacia los puntos de vista opuestos y la tendencia a la humillación pública y al ostracismo, que ganan fuerza en Estados Unidos.
Entre los firmantes de la misiva figuran Noam Chomsky, Gloria Steinem, Margaret Atwood, JK Rowling y Wynton Marsalis, quienes aplauden lo que piensan que es un necesario ajuste de cuentas que se está produciendo tras las protestas antirracistas y las demandas de igualdad e inclusión, pero también denuncian que eso ha intensificado una nueva serie de actitudes morales y compromisos políticos que debilitan el debate público.
«El libre intercambio de información e ideas, que son el sustento vital de una sociedad liberal, está cada día volviéndose más estrecho. Aunque esperábamos esto de la derecha radical, lo censurador se está extendiendo más ampliamente en nuestra cultura: la intolerancia hacia las perspectivas opuestas, la moda de la humillación pública y el ostracismo, y la tendencia a disolver asuntos complejos de política en una certitud moral cegadora», escribieron.
Los intelectuales señalan que cada vez es más frecuente escuchar llamadas a imponer «represalias rápidas y duras en respuesta a lo que se percibe como transgresiones del discurso y el pensamiento», y sostienen que lo «perturbador» es que los líderes institucionales están dando castigos desproporcionados en lugar de reformas meditadas».
«Los editores son despedidos por publicar piezas controvertidas, los libros son retirados por supuesta falta de autenticidad, se prohíbe a los periodistas escribir de ciertos temas, los profesores son investigados por citar trabajos de literatura en clase, un investigador es despedido por divulgar estudios académicos revisados, y los jefes de las organizaciones son cesados por lo que a veces solo son errores torpes», explicaron.
Los firmantes destacaron que las «fuerzas de la intolerancia están ganando fuerza en todo el mundo y tienen un aliado poderoso en el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, “que representa una amenaza para la democracia», pero matizan que «no se debe permitir que la resistencia se convierta en su propia especie de dogma o presión, que los demagogos de la derecha ya explotan».
También advirtieron que la restricción al debate, ya sea por parte de un gobierno represivo o una sociedad intolerante, perjudica a quienes tienen menos poder y reducen la capacidad de participación democrática.
«La manera de vencer a las malas ideas es exponiendo, argumentando y convenciendo, no intentando silenciar o apartando. Rechazamos cualquier falsa elección entre justicia y libertad, que no pueden existir la una sin la otra. Como escritores necesitamos una cultura que nos deje espacio para experimentar, tomar riesgos e incluso cometer errores», sostuvieron.
Entre los firmantes también se encuentran Francis Fukuyama, Salman Rushdie o Fareed Zakaria, quienes enarbolaron la necesidad de proteger la posibilidad de «discrepar de buena fe sin enfrentar duras consecuencias profesionales».