En lo corrido del año Santander recibió una histórica inversión por parte del Gobierno Nacional, para atender la emergencia sanitaria a causa del COVID -19. El plan de expansión hospitalaria para el fortalecimiento de las Unidades de Cuidado Intensivo (UCI), contó con la dotación de equipos biomédicos, elementos de protección personal y recursos para laboratorios de salud pública, aumentando así la capacidad de atención en los servicios.
Mediante la gestión de la Gobernación de Santander el departamento pasó de tener 318 camas de cuidado intensivo a 618. Así como, la implementación de la modalidad de atención en telemedicina y teleconsulta, y el incremento de dos a siete laboratorios para realizar la prueba PCR.
Santander está pasando por un momento crítico por la pandemia, debido a que inicialmente la curva estaba desacelerada estable, y desde inicio de diciembre ha ascendido, alcanzando una variación de +35% en la última semana, por lo que se considera que se presente un segundo pico.
De esta manera, se prevé la llegada de esta transición desde el área metropolitana de Bucaramanga hacia capitales de provincias y otros municipios. Cabe resaltar que la mortalidad diaria promedio aumentó en un 35% durante la última semana en comparación con la anterior.
El nivel de ocupación de las Unidades de Cuidado Intensivo se encuentran de la siguiente manera: la Clínica Foscal en un 100%, la Fundación Cardiovascular de Colombia (FCV) 92%, la Clínica Chicamocha 95% Y la ESE Hospital Universitario de Santander (HUS) 88%, comprometiendo tanto entidades públicas como privadas de la región.
Por lo tanto, se informa a la comunidad que actualmente se presenta alerta roja hospitalaria en toda el área metropolitana de Bucaramanga. Actualmente se activaron los planes de emergencia hospitalarios, los mecanismos de referencia y contrarreferencia de pacientes con sus Entidades Administradoras de Planes de Beneficios (Eapb), el llamado al soporte de la red alterna de prestación de servicios, la articulación con el Centro Regulador de Urgencias y Emergencias (CRUE), y el desescalonamiento de pacientes de UCI plena a UCI intermedia y hospitalización.
Por lo anterior, realizamos un llamado a los santandereanos para que hagan uso de los servicios de urgencias, solo en caso extremo de emergencia o durante la presencia deuna alteración crítica del estado de salud, lo cual nos permitirá disminuir la saturación de los servicios de atención médica. Esta situación se desencadenó como consecuencia de la desobediencia e indisciplina social.
Por lo anterior, se prohíben eventos y fiestas de fin de año en espacios públicos o privados que impliquen aglomeraciones, se exhorta al uso del tapabocas obligatorio, guardar el distanciamiento, implementar el lavado de manos instruido por las autoridades en salud, y elegir espacios abiertos y bien ventilados. Para esta época de celebración se solicita compartir en grupo burbuja, de máximo 5 personas, así como el aislamiento selectivo con distanciamiento individual responsable, la protección especial para personas mayores de 60 años o con enfermedades crónicas, evitar el consumo excesivo de licor y la manipulación de pólvora.
De igual forma, sugerimos que las celebraciones religiosas se realicen por medios virtuales y realizar las compras de forma anticipada con el fin de disminuir la tasa de contagios hasta que se llegue a un nivel de capacidad hospitalaria de menor riesgo. La Policía de Santander vigilará de cerca las comunas restringidas y la Secretaría de Salud con el acompañamiento de las Entidades Prestadoras de Salud (EPS) continuarán con los cercos epidemiológicos en dichos sectores.
Además, se implementarán mayores puestos de control por parte de las autoridades. Continuamos manteniendo el monitoreo diario de incidencia, mortalidad y ocupación UCI, de persistir este escenario elevaremos la consulta al Ministerio de Interior para solicitar la autorización e implementar medidas restrictivas en el departamento, volviendo a etapas tempranas de la contingencia del virus.