Nacional ganó con claridad anoche al Tolima le puso a su escudo la estrella número 18 en los torneos nacionales. El triunfo 2-0 en la vuelta (1-1 la ida) contra un inofensivo Deportes Tolima no hizo otra cosa que confirmar un dominio abrumador de los antioqueños en el fútbol colombiano, un mérito tremendo con un entrenador como Efraín Juárez que convenció a los suyos y los contagió de su ambición y logró el doblete: es campeón de Copa y Liga.
El marco fue perfecto y el partido tal como se esperaba, con un dueño de casa encima de su rival y, para rematar, un espectáculo emocionante fueron los más de 40 mil hinchas que vibraron en las tribunas con el título número 18 de su equipo amado.
Después rodó la pelota y la cómoda ventaja que se esperaba se consolidó muy pronto. Un pestañeo es un potosí para un equipo rápido y furioso como el verde: le dieron a Morelos un centímetro y sacó un remate potente ante la pasividad del arquero Cuesta, quien otra vez falló, ahora reglando el palo para la celebración del cordobés, que algunas irrepetibles palabras dedicó ante las cámaras tras su incidente de la ida con David González.
Y se salvó del segundo en otra rápida salida por esa banda derecha del local que no pudo resolver con comodidad Hinestroza.
¿Tolima? Una vez se acercó en la primera etapa con Guzmán y un pase claro que Castro tiró a las nubes, además de un cabezazo de Gil a las manos de Ospina. Poco más. Después, sufrir los contragolpes de un dueño de casa letal, que avisaba con un gran remate a los 23 minutos que salía de los pies de Cardona y por poco era un golazo.
No hubo reacción de un maniatado equipo tolimense y el favorito lo entendió como una señal: apareció letal el lateral goleador del FPC; Andrés Román, quien con campo y pelota no falló: otra vez vio Cuesta cómo le definían otra vez cruzado y se le metía la segunda pelota del partido para un 2-0 justo y predecible de los antioqueños.
Nunca logró Tolima solucionar la ausencia de Junior Hernández, justo por la banda donde juega el mejor tándem del FPC, Román-Hinestroza, y muy pronto pagó esa y las otras bajas que obligaron a improvisar en la alineación titular en el peor escenario posible.
Salió con ganas de golear el verde, lo desaprovechó Hinestroza a un gran servicio de Cardona, y entonces el partido fue al terreno que tantos réditos les ha dado a los dirigidos por Juárez en esta recta final de la temporada: una ventaja cómoda que se defiende muy atrás, con el equipo replegado y cerca de su portero y esas flechas por los costados que son amenaza constante en el contragolpe.
Y eso tiene riesgos: se acercaron Juan Pablo Nieto con un remate de media distancia y de nuevo Gil cuando provocó la mano de Aguirre, sancionada a instancias del VAR, en el penalti que Guzmán quiso picarle el balón a Ospina, quien le adivinó y le atajó. Horrible cobro en una final y oportunidad para el lucimiento del que faltaba, el ídolo del arco verde.
Después vino otro intento que desperdició Ramírez, quien la tiró muy abierta, y una más de Gil sobre el cierre. Fue, infortunadamente, una posesión inofensiva de los dirigidos por David González, quien por segunda vez falló en su intento de coronarse campeón, ahora con Tolima (antes con el DIM). para Efraín Juárez, en cambio, fue un estreno demoledor: primera experiencia como DT y dos títulos, el de Copa y este de Liga Betplay II 2024.