La Misión de Determinación de los Hechos de la ONU para Venezuela reveló que pudo confirmar que en los primeros días de las protestas en Venezuela por el resultado oficial de las elecciones presidenciales, al menos 158 niños fueron detenidos y que algunos de éstos sufrían discapacidad y fueron acusados de delitos graves, como terrorismo o incitación al odio.
Este grupo es parte de más de 2.200 personas que el propio gobierno indicó que habían sido detenidas en el marco de las manifestaciones. «Este fenómeno es algo nuevo y extremadamente preocupante», sostuvo la presidenta de la Misión, Marta Valiñas, en comentarios a la prensa durante la presentación del último informe que su equipo ha elaborado sobre la situación en Venezuela en el último año.
Sus indagaciones incluyen lo que ha ocurrido en la fase crítica que se abrió el pasado 28 de julio, día en el que se celebraron elecciones en las que el Consejo Nacional Electoral proclamó ganador al presidente Nicolás Maduro, sin presentar las actas de votación que lo certifiquen.
La oposición, por el contrario, publicó la mayor parte de esas actas para apoyar que su candidato, Edmundo González Urrutia, fue el ganador por un amplio margen. Valiñas sostuvo que la respuesta represora de las fuerzas de seguridad y de grupos civiles armados alineados con el gobierno fue «orquestada por los más altos niveles civiles y militares del gobierno, incluido el presidente Maduro».
«No sólo no ha habido mejoras (en derechos humanos), sino que las violaciones se han intensificado, alcanzando niveles de violencia sin precedentes en el contexto postelectoral», recalcó. Indicó que la Misión ha documentado 25 muertes durante las protestas, la mayoría de jóvenes menores de 30 años y de barrios populares.