Shakira, que mantuvo durante años un contencioso con la Hacienda española que la acusaba de cometer un fraude de 14,5 millones de euros durante los años que residió en España, afirma que pactó para proteger a sus hijos, no por «cobardía» o «culpabilidad».
Con el acuerdo al que llegó en mayo de este año quedan zanjadas las causas penales que tenía abiertas en España por fraude fiscal: la primera de ellas derivó en un juicio en el que, el pasado mes de noviembre, la artista aceptó el pago de una multa de 7,8 millones de euros (8,3 millones de dólares) en un pacto con la Fiscalía y la Agencia Tributaria que le evitó el ingreso en prisión, tras asumir que defraudó 14,5 millones de euros (15,5 millones de dólares) entre los años 2012 y 2014.
En una carta que este miércoles publica en el diario español El Mundo, la cantante, que tuvo una relación de pareja con el futbolista del Barcelona Gerard Piqué con el que tiene dos hijos, considera que ya es hora de romper su silencio, sobre todo por sus hijos.
«Necesito que sepan que tomé las decisiones que tomé para protegerles, para estar a su lado y seguir con mi vida. No por cobardía ni por culpabilidad», escribe. «Desde el principio supe que el artificioso relato de la Agencia Tributaria (española) confundía y manipulaba dos intenciones completamente diferentes: una era el deseo de establecerse en un país y otra, muy distinta, el deseo de que prosperara una relación que se desarrollaba en ese país.
Cambiaban lo uno por lo otro para convertirme así en residente fiscal desde 2011 y crear unas obligaciones que no existían», afirma la cantante en su carta.
Justifica sus viajes y estancias en España porque «deseaba que prosperara» su relación con el futbolista, pese a que estaba lejos de su actividad laboral. «Siempre que regresaba, lo hacía para que prosperara esa relación, no por ‘vocación de permanencia'», afirma.
Además, considera que en su caso subyace un prejuicio machista. «Si el cantante hubiera sido un hombre estadounidense, se hubiera enamorado de una española y la visitara regularmente, me cuesta creer que la Agencia Tributaria hubiera considerado que tenía una intención de arraigo».
La cantante, que en la actualidad reside en Miami (EEUU), insiste: «yo cumplí siempre con mis obligaciones. Mis finanzas fueron investigadas por instituciones tan poco sospechosas como la Casa Blanca o el IRS (Servicio de Impuestos Internos de EE.UU.) y aprobadas por otros países de la Unión Europea, y en todo ese tiempo nunca encontraron ni la menor seña de ilegalidad».
Afirma que la Agencia Tributaria «no trata de castigar a quien no cumple, sino de mostrar trofeos de caza para reconstruir una credibilidad en entredicho», e insiste en que el Estado español se quedó con una suma superior a sus ganancias durante una década.
Además de por sus hijos, el segundo motivo que argumenta para publicar la carta es la necesidad de escribir su propia historia, y rememorando a su compatriota Gabriel García Márquez, que tituló sus memorias ‘Vivir para contarla’, afirma: «yo ‘la cuento para vivir’, para poder recuperar mi vida, para que nadie escriba mi relato por mí. Igual que con mis canciones, canto para volver a vivir tranquila, para pasar página». Y concluye: «en este pequeño artículo hay más verdad sobre mí que en todo lo que se publicó en 2023».