Tras la desencadenante crisis de orden público en Ecuador, Colombia ha implementado un plan adicional de seguridad en la zona fronteriza para prevenir la infiltración de criminales procedentes del país vecino.
El general Nicolás Zapata, director interino de la Policía, anunció la ejecución de un plan especial en cuatro puntos estratégicos, abarcando áreas como Mataje, Ipiales y Carlosama.
Paralelamente, el general Helder Giraldo, comandante de las Fuerzas Militares, resaltó la presencia del Comando Conjunto número tres en la frontera con Ecuador. Se ha desplegado una amplia operación con tácticas combinadas, que incluyen la interoperabilidad de fuerzas, el desarrollo de capacidades, el intercambio de información y operaciones coordinadas con las autoridades ecuatorianas.
En el contexto del anuncio, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, criticó al fiscal Francisco Barbosa, quien ha cuestionado la política de seguridad del Gobierno. Velásquez señaló que el fiscal general, al participar en un consejo de seguridad para realizar críticas al Gobierno, está interviniendo en una campaña política y abandonando su deber constitucional de cooperación con las demás ramas del poder público.
Ecuador enfrenta actualmente el tercer día de terror provocado por bandas criminales y narcotraficantes, resultando en al menos 10 muertos, más de un centenar de policías y personal penitenciario retenidos, agresiones a periodistas y numerosos ataques armados desde el lunes.
Las calles desoladas de Quito y la presencia militar en torno a la sede presidencial evidencian la gravedad de la situación. La población, temerosa, evita las calles y los comercios permanecen cerrados.
La ofensiva de las organizaciones criminales, vinculadas a carteles de México y Colombia, incluyó un impactante asalto a un canal de televisión público en vivo, donde hombres armados amenazaron a periodistas y dispararon contra trabajadores, generando pánico en la población.
Ecuador, tradicionalmente ajeno al narcotráfico, ha experimentado un cambio en los últimos tiempos, convirtiéndose en un nuevo bastión del tráfico de drogas con diversas bandas enfrentadas por el control territorial. El 2023 cerró con alarmantes cifras de más de 7.800 homicidios y 220 toneladas de droga incautadas, estableciendo nuevos récords en esta nación de 17 millones de habitantes.
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, anunció que comenzará a deportar presos extranjeros, «especialmente colombianos», para reducir la población carcelaria en medio de la crisis de seguridad por la que está atravesando ese país.
«De acuerdo con información proporcionada por la SNAI, existen actualmente 1489 personas privadas de la libertad en cárceles ecuatorianas de nacionalidad colombiana; y, 100 de nacionalidad peruana», dice el comunicado.