El presidente de Estados Unidos Donald Trump reconoció por primera vez la victoria en las elecciones del demócrata Joe Biden. Admitió el triunfo a través de varios trinos en los que insiste con su tesis de un supuesto fraude. “Ganó porque las elecciones fueron amañadas”, “No concedo nada”.
Según Trump no se permitió la presencia de observadores durante el conteo y, según él, la empresa de software que se uso en algunos estados para contabilizar los votos cuenta con una “mala reputación”.
Las elecciones del pasado 3 de noviembre dieron paso a varios días de recuentos hasta llegar a los 270 votos electorales necesarios para conseguir la presidencia, obtenidos por la campaña de Biden,
El sábado, miles de simpatizantes del presidente saliente se manifestaron en Washington para protestar contra el supuesto fraude electoral en una manifestación, que terminó en disturbios contra detractores de Trump.
Los resultados de todos los estados ya fueron anunciados por las grandes cadenas de televisión del país. Biden consiguió 306 votos electorales, contra los 232 del presidente: justo las mismas cifras, pero a la inversa, que en la victoria del magnate republicano frente a Hillary Clinton en 2016.
Y varias autoridades electorales locales y nacionales, entre ellas la Agencia de Ciberseguridad y de la Seguridad de las Infraestructuras han rebatido las acusaciones de irregularidades vertidas por el presidente.
“La elección del 3 de noviembre fue la más segura de la historia de Estados Unidos”, afirmaron en un comunicado conjunto. “No existe ninguna prueba de un sistema de voto que se haya borrado, perdido o cambiado papeletas, o que haya sido pirateado de ninguna forma”.