La industria aeroespacial es uno de los pocos sectores de prestigio en los que Europa mantiene una posición importante en la economía global, sin embargo, la competencia es cada vez mayor y ya no se limita a la estadounidense. China es, actualmente, el país con el mayor volumen de viajes internos y, además, cuenta con una avanzada tecnología potenciada por su investigación militar aeroespacial, en la que gasta proporcionalmente más que nadie.
En este contexto, la UE lo tiene difícil para renovar sus flotas, principalmente por falta de presupuesto, y si a esto sumamos el coste del desarrollo y la implementación de nuevas y muy caras motorizaciones limpias, el horizonte puede parecer cada día más oscuro. Estas son algunas de las principales conclusiones del informe de OBS Business School: El sector aéreo comercial, obligado a reinventarse, dirigido por el profesor Eduardo Irastorza.
Los diferentes países de Europa, por otro lado, parecen priorizar otras cuestiones, como bien ha demostrado Francia restringiendo el número de vuelos “de corto trayecto”, es decir, de menos de dos horas y media. El profesor Irastorza opina: “Detrás de esta política, en apariencia tan verde, se puede reconocer el interés de París en proyectar su poderosa industria ferroviaria y su oferta comercial de alta velocidad en un mercado liberalizado, potenciando de paso su turismo interno”.
Por otra parte, la International Air Transport Association (IATA) ha hecho público que las compañías aéreas no podrán seguir ofreciendo sus servicios en aquellos países que no les permiten repatriar sus beneficios (Nigeria 812,2 millones de dólares, Bangladesh 193,3, Pakistán 188,2 y Líbano 141,2 millones), y piden que los gobiernos trabajen con la industria para resolver la situación. Y a todo ello se suma la alta inflación, que podría llevar a los aviones a volar llenos y a pérdida ante la incapacidad de los clientes de asumir la forzada subida de tarifas.
El auge de las compañías asiáticas
Al día de hoy, las compañías aéreas occidentales siguen siendo las que lideran el ranking tanto en beneficios como en volumen de vuelos y en valor comercial. La estadounidense Delta Airlines es la compañía más rentable del mundo gracias sobre todo a sus vuelos internos norteamericanos, que suponen una enorme proporción de sus beneficios. Y a ella le siguen United Airlines Holding y American Airlines. El cuarto lugar del ranking lo ostenta la europea Lufthansa, que ha mejorado sensiblemente la eficiencia en su gestión.
Sin embargo, el actual ranking de compañías aéreas sufrirá notables cambios, según afirma el informe. Como indica el ranking de Statista Research Department que analiza las aerolíneas comerciales más grandes del mundo según sus ingresos, ya hay dos compañías chinas entre las diez primeras. Son el nuevo gigante China Southern Airlines y China Airlines.
Latinoamérica despliega sus alas
Al igual que el resto del mundo Latinoamérica sufrió severamente los efectos de la pandemia en su sector aéreo. Tras un moderado crecimiento en los años que precedieron al COVID 19, justo antes de que sus efectos se hicieran notar en 2020, la zona experimentó un significativo crecimiento de su tráfico de pasajeros.
Compañías como LATAM, que se estaban consolidando en el mercado internacional con una oferta cuantitativa y cualitativamente muy competitiva vieron detenido su ascenso. No obstante, sus cifras de beneficios están muy por encima de su competencia, más del doble que Avianca y dos veces más que Aeroméxico.
La clave de su éxito reside en una ordenada integración de los actores que la conformaron y a una cuidada selección de sus destinos, concentrándose en los más rentables. De hecho, Latam puede ser considerada como la primera compañía área verdaderamente multinacional de la zona.
Resulta curioso comprobar que las grandes potencias que aspiran a liderar el sector en Latinoamérica, México y Brasil, no encabecen la lista. Es un hecho que no se corresponde con los datos que nos ofrece la lista de los diez principales aeropuertos que sí están en estos dos países. México, que es uno de los principales destinos turísticos del mundo suma más de 71 millones de pasajeros y Brasil, roza los 45.
Juntos suponen casi el 70% del tráfico de pasajeros en este exclusivo ranquin. Es importante recordar que contar con una compañía aérea líder es una cuestión de prestigio para quien aspire también al liderazgo económico y político.
De aquí a algo más quince años, los cielos de Latinoamérica verán un significativo aumento de los aviones de mediana capacidad surcándolos. Son los más empleados en todo el mundo para obtener el equilibrio entre capacidad y rentabilidad. Habrá casi un 50% más. El resto de las categorías, desde los jets a los gigantes transcontinentales se mantendrán prácticamente en sus cifras actuales. De este hecho podemos deducir que la actividad comercial aumentará notablemente entre destinos de la propia zona. Un síntoma del crecimiento que se espera de la actividad económica de la misma.
El informe de OBS prevé que las tarifas experimentarán en los próximos meses un notable ascenso, aunque estas subidas serán diferentes en cada región del planeta. Los vuelos intercontinentales desde y hacia Asia serán, de lejos, los que más suban. Por otro lado, aquellos vuelos que conectan extremo oriente con Europa incrementarán sus tarifas nada menos que un 12% en su clase turista y un 7% en business. Los vuelos entre Europa y Norteamérica experimentarán una menor subida que estará en torno al 3,7%.
Las aerolíneas europeas, más sensibles a la crisis de la energía que las norteamericanas, incrementarán hasta un 5,5% sus precios en clase turista y un 6% en Business, y el sector, como siempre, necesitará de ayudas de la administración para sobreponerse a la recesión.