En la actualidad, los desarrollos tecnológicos surgen a diario. Desde la pandemia, las TIC se han convertido en uno de los motores de la Economía Digital, ya que impulsan la innovación y el desarrollo económico, generan fuentes de empleo, aumentan la productividad, potencian la competitividad, entre otros beneficios. De acuerdo al DANE, en el 2022 el valor agregado del sector TIC ascendió a 46,7 billones de pesos presentando un crecimiento de 16,3% con respecto a 2021.
El sector empresarial es uno de los que más se vale de los desarrollos tecnológicos para responder con eficiencia a las demandas de crecimiento y operatividad del mercado. Pensar en el funcionamiento de estas, sin el uso de herramientas de almacenamiento y conectividad en la nube, es difícil de concebir. Este tipo de soluciones pueden representar, según datos de Ureña y Deloitte, reducciones aproximadas en un 50% del total de gastos en tecnología que deben hacer las empresas.
Vivian Jones, VP Infobip para LATAM, cree que “Las empresas líderes en la actualidad son aquellas que han logrado romper paradigmas. Aquellas que se han atrevido a abrazar la transformación digital e innovar en la automatización de sus procesos, logrando así mejoras significativas en eficiencia, disminución del riesgo y fraude transaccional, reducción de costos operativos, aumento de ingresos y satisfacción del cliente, entre otros aspectos clave´´.
Con su plataforma omnicanal en la nube, Infobip ofrece soluciones de comunicación para desarrolladores y empresas. Sus servicios tecnológicos permiten establecer canales de participación y contacto seguro con clientes, a través de SMS, RCS, correo electrónico, voz, WhatsApp, entre otros.
La tecnología se ha convertido también en un aliado de la seguridad. En nuestros días es un hecho que las herramientas tecnológicas pueden alimentar sistemas de denuncia, identificación, seguimiento y almacenamiento de la información, con el fin de efectuar mejor sus dinámicas. En Colombia el uso del software ArcGIS, por ejemplo, e inteligencia artificial, ha servido para recibir denuncias de la ciudadanía en diferentes secretarias de seguridad y esclarecer acciones y asociaciones de tipo criminal.
En la educación el aporte que ha hecho el desarrollo tecnológico es significativo. Desde la innovación de métodos de enseñanza, el acceso a materiales alternativos, a nuevos canales de comunicación para el trabajo en equipo, la comunicación entre maestros y padres, hasta la flexibilización y adaptabilidad de actividades y procesos de acuerdo a las necesidades de los estudiantes. La pandemia hizo que reconociéramos como nunca antes la importancia y ayuda de las herramientas tecnológicas en el sector educativo.
Para la Universidad UTEL en México, Infobip ha habilitado sistemas de mensajería RCS que permiten una comunicación en doble vía, para que sus estudiantes y potenciales nuevos estudiantes puedan hacer uso de diferentes zonas horarias y canales a su elección. “Nosotros aprovechamos esta tecnología para dar a conocer, de manera innovadora, los nuevos programas académicos que incorporamos a nuestra oferta para impulsar el desarrollo profesional.” Afirma Ana Gabriela Barrera García, Coordinadora de Mercadeo Inbound en la Universidad UTEL.
La tecnofobia es como se designa al temor o resistencia de usar e interactuar con la tecnología. Asumiéndola con imaginarios hostiles, que pueden esconder falta de habilidades en su conocimiento y uso. Para contrarrestarla en un mundo que cada vez más nos pide estar a la vanguardia de su entendimiento e integración a la mayoría de actividades humanas, es necesario establecer parámetros de aplicabilidad, capacitación y entendimiento, tanto de sus beneficios como sus vulnerabilidades.
El verdadero desafío radica en comprender que las herramientas tecnológicas son una parte integral de las decisiones tomadas por los seres humanos, sirviendo como un valioso complemento. Su correcta utilización representa uno de los retos más relevantes. Si bien las tecnologías han llegado para brindar ayuda, las relaciones de comunicación, aprendizaje y negocios siguen siendo entre personas. Esto implica un componente subjetivo considerable que la tecnología no puede reemplazar en su totalidad.