El fiscal general, Francisco Barbosa, arremetió contra el ministro de Justicia, Néstor Osuna y alertó que se debe jugar limpio con el país porque se está abriendo un boquete peligroso con el proyecto de humanización carcelaria, el cual fue radicado ante el Congreso de la República, ya que según el fiscal se pretende camuflar normas para beneficiar a grandes narcotraficantes.
Asimismo, advirtió que otro de los artículos que plantea esta iniciativa busca otorgar beneficios a detenidos y judicializados por delitos de lesa humanidad y ello es inaceptable.
“La preocupación que tiene la Fiscalía frente al beneficio que se le estaría dando en la suspensión de ejecución de pena por la inclusión de dos artículos a narcotraficantes y personas que se encargan de la comercialización de insumos para la producción y elaboración de narcotráfico”, dijo Barbosa.
De igual forma, señaló: “Esto es una suerte de mico sobre una posibilidad de que si no le funciona el sometimiento, utilicemos esta norma para hacer esa trampa al país”.
Nos metieron un parágrafo en el que se suspende la ejecución de la pena de narcotraficantes en Colombia. Juguemos limpio si se quiere que se aplique amnistía, que se diga de frente, pero no se puede usar un mecanismo subrepticio para establecer un favorecimiento. Las disposiciones de pequeños cultivadores no pueden favorecer al gran narcotráfico”, sostuvo el fiscal.
El jefe del ente acusador también hizo reparos frente a la derogación de delitos como la inasistencia alimentaria, la injuria y la calumnia, la elección ilegal de candidatos, el incesto, que a su criterio permitirían una proliferación de estos delitos más que para garantizar una disminución de la carga carcelaria en Colombia.
Barbosa también cuestionó los beneficios como la cárcel domiciliaria o la reclusión en hospitales por enfermedad.
“Tenemos una observación sobre el artículo 10 del proyecto relativo a la prisión domiciliaria u hospitalaria. No se ha mejorado la forma como funciona el instituto de Medicina Legal. Consideramos que no debe haber cambios. Entre menos esté regulado, hay más posibilidad de que haya un entramado de corrupción con el sistema sanitario penitenciario”, agregó.