Entre el primero de junio de 2021 y el 31 de mayo del 2022 se han presentado 147 eventos de desplazamiento masivo, así lo informó el Defensor del Pueblo, Carlos Camargo, desde la región del Urabá-Darién al presentar un informe sobre este fenómeno.
En este periodo unas 59.920 personas pertenecientes a 20,601 familias salieron huyendo de sus hogares. El 42% son de comunidades negras, el 25% población indígena y el 33% restante población campesina.
El Defensor del Pueblo recalcó que “las comunidades negras, indígenas y campesinas son las más golpeadas por el desplazamiento forzado en Colombia, un fenómeno que se concentra en siete zonas del país, lo que evidencia la persistencia de las dinámicas de conflicto armado, la presencia de grupos armados ilegales, las disputas territoriales y la difícil situación en que están inmersas estas comunidades”.
Las 7 regiones del país donde se concentra el desplazamiento forzado son: Pacífico Nariñense, sur y norte del Cauca, Chocó (en la zona de los Baudoes, Medio Atrato, Medio y Bajo San Juan), Valle del Cauca (Buenaventura y Cali), sur de Córdoba (Puerto Libertador), Norte de Santander (Catatumbo y zona rural de Cúcuta) y Antioquia (Bajo Cauca e Ituango).
A estas zonas, en el primer semestre del 2022, se sumó las crisis humanitaria que vivió el departamento de Arauca y que afectó al Vichada, Meta y otros departamentos vecinos receptores de población desplazada.
Este panorama que ha identificado la Defensoría del Pueblo a través de su labor en terreno, evidencia que los desplazamientos masivos se están concentrando en los territorios étnicos del país, que son principalmente los que están geográficamente más vulnerables y que tienen poca presencia civil e institucional.
Cabe recordar que el desplazamiento forzado vulnera los derechos a la educación, a la vivienda, a la seguridad alimentaria, a la libre movilidad, a la documentación, a la salud. El desplazamiento forzado es un delito que encierra muchos otros vulneraciones de los derechos humanos y al DIH.