Decenas de familias que viven en la frontera entre Colombia y Venezuela se han desplazado a los municipios de Saravena, Arauquita y Tame, en Arauca, ante los cruentos combates que se registran en el vecino país entre guerrilleros del Eln y las disidencias de las Farc.
Así lo han manifestado varias autoridades del departamento colombiano después de que las disidencias atacaron en Venezuela a un campamento del Eln, generando la muerte en ambos bandos de al menos 17 personas.
El obispo de Arauca, monseñor Jaime Abril González, emitió un comunicado en el que expresó su «profunda preocupación» por los hechos registrados en las últimas horas en el departamento y los comparó «con las confrontaciones registradas entre 2004 y 2011 entre Eln y Farc».
El obispo pidió el respeto a los derechos humanos, «a un trato digno a los cuerpos» y clamó por un diálogo entre las partes para frenar la confrontación.
La Defensoría del Pueblo precisó que según información obtenida por sus funcionarios en la región «en las últimas horas se han presentado homicidios, amenazas, retenciones ilegales, desplazamientos masivos y riesgo de desplazamiento forzado en municipios de frontera, específicamente en Tame, Fortul, Saravena y Arauquita».
Los habitantes de Centro Poblado del Botalón y de Puerto Nidia, en zona rural del municipio de Tame, solicitaron la intervención de la Defensoría del Pueblo y de organismos internacionales ante la compleja situación de orden público que se vive en el departamento de Arauca.
A esta hora se realiza en la Gobernación de Arauca un consejo de seguridad donde las autoridades hacen un análisis de la crítica situación que se está registrando en esa zona del país.