En las últimas horas, los habitantes de la vereda Ucatá en Tona y las áreas cercanas al Páramo de Berlín, en Santander, han compartido imágenes impactantes del devastador incendio que ha arrasado aproximadamente 100 hectáreas, según los relatos de los lugareños.
Lamentablemente, esta conflagración ha ocasionado daños significativos al ecosistema del Páramo de Berlín. A pesar de los esfuerzos conjuntos desplegados por el Ejército Nacional y los Cuerpos de Bomberos de Tona, Bucaramanga y Floridablanca, las llamas persisten en intensificarse y propagarse.
Nicolás Mantilla, gerente del Refugio Piedra Parada en la zona, ha subrayado la imperiosa necesidad de aumentar la fuerza laboral y de mantener de manera constante las operaciones del helicóptero equipado con el sistema de bambi bucket.
«Los vientos están en nuestra contra. Los recursos actuales no son suficientes para enfrentar la rápida expansión de las llamas, que descienden velozmente por la montaña», añadió.
Mauricio Arias, residente local, destacó que, a pesar de que el incendio fue contenido en la zona más alta del ‘Picacho’, en la vereda Ucatá, la conflagración sigue consumiendo el bosque nativo.
«Este sector ha sido una reserva que hemos cuidado durante más de 20 años. Nos embarga la tristeza al ver cómo se pierde un bosque nativo, y con las mangueras operativas en la zona hasta ahora, nuestras acciones son limitadas», advirtió Arias.
El incendio, que inició hace 24 horas en la vereda Ucatá en la jurisdicción de Tona, Santander, fue reportado por la comunidad alrededor de las 6:00 de la tarde de ayer, indicando que aparentemente se originó a partir de chispas de un transformador que cayeron sobre la vegetación, desencadenando así el devastador incendio.
En la mañana de ayer, las llamas amenazaban con afectar la escuela de la vereda Ucatá. Gracias a la intervención de los equipos de socorro y del Ejército Nacional, se logró controlar la emergencia en esta área.
El gobernador de Santander, Juvenal Díaz, anunció en redes sociales que declarará la calamidad pública para el departamento con el objetivo de «recuperar las áreas afectadas por los incendios, especialmente el Páramo, y atender a las personas afectadas y aquellas que puedan resultar damnificadas en el futuro».
Juan Carlos Reyes, director de la autoridad ambiental, CDMB, señaló que la situación en el páramo es compleja. Por esta razón, se ha establecido un puesto de mando unificado (PMU) para evaluar de cerca la magnitud del desastre.
«Hay frailejones de 100, 200, 300 años en esta área que son los encargados de capturar agua y generar fuentes hídricas. Ahora, lamentablemente, están siendo consumidos por el fuego», comentó Reyes.