Desde la base militar de Tolemaida en Cundinamarca, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, afirmó que la guerrilla del Eln mantiene a 38 personas como secuestradas.
En respuesta a Antonio García, uno de los máximos líderes del Eln, quien sostuvo que su grupo armado «no secuestra», sino que realiza diversas acciones de privación de libertad, Velásquez argumentó: «Cuando esa retención se lleva a cabo con propósitos económicos y extorsivos, como los perpetrados por el Ejército de Liberación Nacional, se denomina secuestro».
Ante más de 3.000 integrantes de la Fuerza Pública en Tolemaida, Velásquez reiteró que la prioridad es recuperar el control territorial, que, según él, el Gobierno de Iván Duque perdió al permitir que otros grupos ilegales ocuparan los espacios dejados por la extinta guerrilla de las Farc después del Acuerdo de Paz de 2016.
La declaración del ministro surge un día después de que el máximo comandante del Eln afirmara que su organización no realiza secuestros. «El Eln no lleva a cabo secuestros. Hay diversas acciones de privación de libertad, pero son distintas: prisioneros, rehenes, retenidos, secuestrados y desaparecidos. El Eln solo toma prisioneros y retenidos», sostuvo García.
Esta no es la primera vez que García hace tal declaración, lo que ha llevado a diversos sectores a cuestionar la verdadera voluntad de paz de esta organización criminal. El comandante guerrillero señaló que el avance de los acuerdos dependerá del cumplimiento del Gobierno, destacando que hasta ahora ha habido más incumplimientos por parte del Gobierno y sus fuerzas militares que certezas.
García también indicó que si las partes no cumplen con lo acordado en la hoja de ruta, carece de sentido continuar en la mesa de negociación: «El proceso está cuestionado y solo continuará si ambas partes cumplen con lo acordado. Si esto falla, no podremos avanzar».
Recientemente, Carlos Villareal, miembro del mando político-militar del Frente de Guerra Oriental del Eln, expresó la disposición de la guerrilla para la paz, aunque aclaró que no se ajustarán al ritmo ni a las conveniencias políticas del presidente Gustavo Petro.