A sus 19 años Carlos Alcaraz ya es un grande el tenis: venció en 4 setas a Casper Ruud en la final del US Open y escaló a la cima del ranquin mundial de la ATP, convirtiéndose en el tenista más joven en liderar en escalafón.
En un partido reñido en el estadio Arthur Ashe de Flushing, Nueva York, el español se impuso 6-4, 2-6, 7-6 (7-1), 6-3 al noruego, que jugaba su segunda final de Grand Slam pero todavía le es esquivo el título.
“Esto es algo con lo que he soñado desde que era un niño. Ser el número 1 del mundo, ser un campeón», comentó Alcaraz, y dijo que pensó en algunos miembros de su familia que no pudieron asistir para verlo jugar.
El camino fue intenso, hubo que salvar obstáculos, pero el murciano exhibió una fortaleza mental propia de elegidos para llegar al objetivo.
Alcaraz es el cuarto español en sentarse en el trono de la ATP tras Carlos Moyá, Juan Carlos Ferrero y Rafael Nadal. Y el cuarto también que gana el US Open.
Si bien el español de 19 sabía lo que era saborear un título, esta vez rompió una nueva barrera. Una de las tantas que viene quebrando desde que se convirtió en profesional. Su quinta conquista en el año (Río de Janeiro, Miami, Barcelona, Madrid las anteriores) se dio en el lugar que más deseaba.
En su torneo y su superficie preferida. Y, de yapa, lo hizo jugando su mejor tenis, ese que parecía desaparecido en las semanas previas a llegar a Nueva York y que recuperó de manera paulatina.