Este jueves 30 de junio dos comisionados de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición (CEV) colombiana, Carlos Martín Beristain y Alejandro Valencia, presentaron ante el Parlamento Europeo algunos de los hallazgos y recomendaciones para la no
repetición del conflicto armado que se exponen en el Informe Final, el cual busca esclarecer lo ocurrido en medio de la guerra como parte de un proceso de escucha plural que se hizo con todos los
sectores de esa sociedad.
La publicación del Informe, que salió a la luz el pasado martes 28 de junio en Colombia, es un acontecimiento histórico y un hito importante en el proceso de paz y en la implementación del Acuerdo de Paz de 2016 que se firmó entre el Gobierno Nacional y la antigua guerrilla de las Farc-EP. “Trabajamos
en un ambiente difícil, con oposición al cumplimiento del Acuerdo de Paz y la persistencia de un conflicto
armado”, comenzó a explicar el comisionado Carlos Martín Beristain ante representantes políticos,
organizaciones y periodistas en el Parlamento Europeo. “Queremos agradecer a las víctimas que tuvieron
la confianza en una institución del Estado”, añadió.
Para el Informe fueron escuchadas cerca de 30.000 personas, entre ellas, víctimas (algunas en el exilio),
familiares, testigos, actores armados, empresarios, integrantes de la Fuerza Pública, políticos, expresidentes, periodistas, académicos, funcionarios públicos, representantes de organizaciones de
mujeres, LGBTIQ+, entre otros.
Respecto al capítulo de hallazgos sobre el conflicto, los comisionados arrojaron varias conclusiones del
informe. “Estamos hablando de una dimensión del horror mucho más grande del que conocíamos. Si se
conocían 240.000 víctimas mortales, estamos hablando de 450.000. Si hablábamos de algunas decenas
de miles de desaparecidos, ahora hablamos de 120.000”, señaló Beristain. “Más del 20% del pueblo
colombiano ha sido víctima de la guerra”, indicó.
Entre las recomendaciones que efectúa la Comisión de la Verdad se encuentra la creación de un Ministerio de la Paz y la Reconciliación, un nuevo modelo de seguridad que esté más dirigido hacia la paz y no hacia la militarización o que la Policía Nacional se inscriba al Ministerio de Interior y no al de Defensa.
Además, mencionaron que “estamos sugiriendo la creación de una comisión de esclarecimiento para el
narcotráfico, el crimen organizado y sus redes de apoyo. Hay un entramado complejo y debe ser una
comisión independiente, mixta nacional e internacional. El apoyo de la comunidad internacional ahí es muy importante”, dijo el comisionado Alejandro Valencia.
El Informe Final de la Comisión de la Verdad, que no tiene carácter judicial, es un punto de partida para un gran y sostenido diálogo de país sobre las causas y persistencias del conflicto y la necesidad de no
continuarlo y no repetirlo. “Le entregamos el informe al nuevo presidente y nos dimos cuenta de que hay
un buen ambiente, un buen propósito para llevarlos a cabo”, señaló Valencia.
Los comisionados señalaron que este informe es como “un barco” para la paz y la democracia en
Colombia cuya responsabilidad se encarga al Comité de Seguimiento y Monitoreo a estas
recomendaciones, compuesto por siete miembros de organizaciones y sociedad civil, la mayoría mujeres,
que se encargará de la vigilar la implementación de las responsabilidades durante siete años.