Hidroituango es el mayor reto que ha enfrentado EPM y la ingeniería colombiana a lo largo de toda su historia. Las complejidades técnicas, geológicas, hidrológicas, ambientales y sociales, tanto en su período de construcción como durante la recuperación luego de la contingencia iniciada en abril de 2018, han exigido la contribución de empresas y profesionales de nivel mundial y enormes esfuerzos en innovación y uso de las más modernas tecnologías.
En esta etapa final en la que ingresó la central para su entrada en operación al final del segundo semestre de 2022, las labores son cada vez más complejas. El blindaje de los pozos verticales de presión y los trabajos subacuáticos a 50 metros de profundidad en el embalse, se convierten en la ruta crítica del cronograma actual.
“Han sido muchos los retos que hemos tenido que enfrentar en Hidroituango desde todo punto de vista. En lo técnico, trabajar con un embalse lleno mientras termina la etapa constructiva, no ha sido una tarea sencilla, ajustar metodologías, recursos, logística y procesos nos han replanteado nuevas formas de hacer las cosas con resultados significativos que obligaron a sacar lo mejor de nuestro talento humano y haciendo uso de las últimas tecnologías aplicadas a la construcción y montaje de este tipo de obras”, manifestó Jorge Andrés Carrillo Cardoso, gerente general de EPM.
Estos son tres desafíos que enfrenta Hidroituango:
1. En los pozos, 134 metros verticales para recubrir en acero
Los ocho pozos verticales de presión que conducirán el agua desde el sistema de captación en el embalse hasta cada una de las turbinas de generación deben ser blindados con virolas de acero para garantizar la seguridad de la operación, pues por cada pozo circularán cerca de 169 m³/s de agua, que equivalen a 13 millones 824 mil m³ de agua al día, lo que representa un volumen comparado a 4.096 piscinas olímpicas.
Estos túneles verticales tienen una longitud de 134 metros y un diámetro de 6,20 metros. Los blindajes en los tres primeros pozos se adelantan actualmente en condiciones muy difíciles de humedad (por su cercanía con el embalse), altas temperaturas y la dificultad que ofrece la verticalidad de la estructura a blindar.
Las virolas, por el ajuste a las especificaciones técnicas, están siendo fabricadas en inmediaciones de la obra. Este trabajo se inicia con la recepción de las láminas de acero que vienen desde China, las cuales son cortadas con la forma específica de cada casco (sección de virola), luego pasan por la máquina roladora que da la curvatura necesaria a la lámina para generar su forma circular, posteriormente inicia el importante proceso de ensamble, soldadura, limpieza y, finalmente, su pintura. De ahí, el transporte desde el punto de fabricación hasta el sitio de su posicionamiento, que son cerca de 7 kilómetros, donde se deben guardar todas las medidas de seguridad con esta carga, pues cada virola pesa entre 12 y 26 toneladas.
Al llegar al punto final, su montaje o posicionamiento es un paso fundamental, ya que la virola se debe izar por medio de un pórtico, bajar por el vertical, empatar con la virola que antecede y proceder con la soldadura en un espacio confinado donde la temperatura oscila entre los 35° y 40°. Finalmente, al posicionar 6 virolas, se procede con el vaciado de aproximadamente 80 m3 de concreto a su alrededor, un proceso que puede durar entre 12 y 18 horas, más el tiempo que se debe esperar para su fraguado y continuar nuevamente con el posicionamiento de más virolas. En este momento todo este proceso se hace en simultánea en las tres primeras conducciones.
Cada pozo necesita ser blindado por 70 virolas, es decir, se instalarán cerca de 560 virolas en total.
2. En el embalse, 28 días continuos a 50 metros de profundidad
Los trabajos subacuáticos son de suma importancia para EPM e Hidroituango, ya que permiten rehabilitar o recuperar inicialmente las condiciones hidráulicas de los túneles de captación del 1 al 4, y, especialmente, para la entrada en operación de las dos primeras unidades de generación.
La segunda etapa de estos trabajos ya inició con la llegada a puerto colombiano de 1.700 toneladas en equipos especializados, sin embargo, por factores de orden público, invierno y derrumbes en la vía desde Barranquilla, el desplazamiento de todos los equipos hasta Hidroituango ha sido lento. Hoy se está a la espera de la llegada de las tractomulas con los últimos equipos. Se estima que luego de cerca de 30 días de actividades, al final de junio próximo esté completamente armado el embarcadero sobre el embalse.
A partir de ahí, arrancan las labores de limpieza con la remoción de escombros o biomasa en los túneles de conducción o captaciones 1 y 2. Por medio de una técnica de buceo hiperbárico o de saturación, el equipo de buzos ingresará al embalse y estará sumergido por turnos de hasta 28 días a 50 metros de profundidad en las oscuras aguas del río Cauca. Posterior a la limpieza, se quitarán las rejas coladeras o mecánicas para identificar su estado y a su vez se instalarán mamparos o compuertas mecánicas, cada una con un peso estimado de 90 a 100 toneladas.
3. El armado del conjunto turbina-generador
Otra actividad de alta exigencia que se desarrolla al interior de la casa de máquinas y que avanza hasta el momento sin mayores contratiempos, es el montaje de las unidades de generación de energía de la 1 a la 4 de los equipos electromecánicos en sitio, un trabajo que amerita mucha precisión y paciencia para que las piezas encajen y terminen funcionando bien en todo lo que comprende todo el conjunto turbina-generador de cada unidad.
Desde lo técnico se han logrado hitos que le apuntan a la mitigación de riesgos como lo fue en días pasados el taponamiento definitivo de la galería auxiliar de desviación (GAD), donde se originó la contingencia en 2018; los avances para el cierre definitivo del túnel derecho de desviación y la entrada y montaje de los transformadores y de los cables de potencia que conducirán la energía generada hasta la subestación superficial a 500 kV (kilovoltios) y desde allí transmitir la energía de Hidroituango al Sistema Interconectado Nacional (SIN).
En esta etapa en la que se encuentra Hidroituango, EPM viene trabajando arduamente bajo la misma escala de valores, en primer lugar, la protección de la vida y bienes de las personas en los municipios aledaños a la futura central y de los trabajadores en la obra; en segundo lugar, el cuidado del ambiente y, en tercer lugar, la entrada en operación de Hidroituango para contribuir a la seguridad energética del país.