Para muchos cuidadores y grupos familiares de los adultos mayores llega un momento en el que, debido a la complejidad del cuidado que estos requieren, es necesario que vivan en un hogar geriátrico donde tendrán una mejor calidad de vida.
De acuerdo con expertos las principales razones por las que las personas mayores ingresan a un hogar geriátrico son su creciente deterioro físico, la incapacidad de las personas con quienes convive para cuidarlos y la falta de servicios comunitarios que ayuden a mantener una vida independiente.
“Muchos cuidadores se preguntan cuándo es momento de que su familiar esté en un hogar geriátrico, sin embargo, cada caso es distinto. Por ejemplo, hay situaciones en las que debido al nivel intenso de cuidado que requiere la persona se genera una sobrecarga para su grupo familiar y se presenta una situación de vulnerabilidad, pues si la familia no tiene un buen estado social, económico y emocional para el cuidado del adulto mayor, y si este promueve que se dé un desgaste progresivo en estas áreas, en un futuro y mediano plazo repercutirá en un problema para su cuidado”, explica el doctor Diego La Rotta, médico geriatra.
También, existen casos en los que la persona mayor es más independiente, pero requiere de viviendas que cuentan con la infraestructura y equipos multidisciplinarios que le brindan el apoyo que requiere en esta etapa de su vida.
¿Cómo es escoger el mejor hogar?
Una vez por recomendación profesional y en consenso con el adulto mayor, si es el caso, se decide que es momento de optar por un hogar geriátrico, se debe iniciar con la búsqueda del lugar ideal, no obstante, el proceso puede ser complejo pues se estima que en Colombia existen más de 2.000 hogares geriátricos.
En este sentido hay dos tipos de hogares; el primero, se trata de una residencia que es compartida por otros adultos mayores que gozan de buena salud y donde encuentran un lugar cómodo para vivir, pues cuidan diferentes aspectos de su vida como, por ejemplo, la preparación de la comida, el aseo, citas médicas, entre otros. A este pueden asistir personas que tienen una capacidad para pensar conservada, sin problemas de memoria y quienes son capaces de realizar las actividades diarias por sí mismos.
El segundo, conocido a nivel profesional como “unidad de larga estancia”, es una residencia que adicionalmente cuenta con servicios médicos que pueden ser de complejidad baja, intermedia o alta.
Recomendaciones
· Verificar que el hogar geriátrico se encuentre habilitado para funcionar por las entidades reguladoras, pues indica que se cumplen las directrices de calidad emitidas por el Ministerio de Salud y Protección Social. Si no es así, existe una mayor posibilidad de que se vulnere a la persona mayor.
· Revisar la trayectoria del hogar geriátrico. Aquellos con un buen tiempo en el mercado pueden tener mejores prácticas y servicios de calidad.
· Las instituciones que reciben pacientes de complejidad baja, media o alta deben contar con un equipo multidisciplinar para atenderlos como, por ejemplo, enfermeros, fonoaudiólogos, terapeutas físicos y respiratorios y geriatras, entre otros.