Si bien ha habido un gran progreso en el tratamiento de la artritis reumatoide (AR) en los últimos 20 años, actualmente el 70 por ciento de los pacientes tratados no logran la remisión clínica de la enfermedad, lo que los lleva a seguir presentando síntomas como dolor, fatiga, rigidez articular y recaídas. Por ello, sociedades médicas señalan la importancia de contar con terapias innovadoras y con la formación constante de los especialistas a la hora de atender esta patología.
Con el objetivo de conocer los avances más recientes para tratar la AR y otras enfermedades reumáticas, profesionales médicos y especialistas se reunieron el pasado 18 de marzo en San Juan de Pasto, Nariño, en el XII Curso de Actualización en Reumatología de Enlace, evento de alto nivel científico organizado por la Asociación Colombiana de Reumatología (Asoreuma), en el que se mostraron, entre otros, recientes opciones terapéuticas para pacientes adultos con AR.
Entre las noticias más interesantes de la jornada, se registró la presentación de una molécula de prescripción médica que tiene como principio activo Upadacitinib, el cual inhibe las enzimas implicadas en el proceso inflamatorio de la AR (Janus quinasas o JAK), medicamento que comparado con las terapias actuales, permite que un mayor número de pacientes llegue a remisión clínica, es decir, la ausencia o mínima presencia de los síntomas y signos de inflamación.
El medicamento, indicado para el tratamiento de la artritis reumatoide activa de moderada a grave en pacientes adultos con respuesta insuficiente o intolerancia a uno o más fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad, se puede utilizar en monoterapia o en combinación con metotrexato, logrando el control de los síntomas a corto y largo plazo, disminuyendo el daño articular lo que permite la normalización de la función física en un porcentaje importante de pacientes.
“En los últimos años, gracias al mejor conocimiento de la fisiopatología de Artritis reumatoide, y adelanto en el descubrimiento de nuevas moléculas terapéuticas, el tratamiento de esta enfermedad ha sido cada vez más efectivo, y hoy en día nos enfocamos en un manejo dirigido a cada paciente según las características propias y la severidad de la enfermedad. Considero que un tratamiento oportuno y temprano, será vital para un paciente con artritis reumatoide, con cambios estructurales y secuelas de la enfermedad irreversibles”, afirma Carlos Arteaga, reumatólogo, presidente XII Curso de Actualización en Reumatología
Discapacidad física y social de pacientes con AR
Aunque se desconoce la causa exacta de la artritis reumatoide, especialistas aseguran que podría deberse a interacciones complejas entre factores genéticos y ambientales, los cuales desencadenan una respuesta inmune del organismo. A menudo la enfermedad puede provocar erosión y daño articular, lo que generalmente afecta hasta el 80 % de las personas en el primer año después del diagnóstico.
Muchos pacientes, especialmente aquellos con artritis reumatoide de moderada a grave, reportan un alto impacto en su bienestar físico, social y psicológico. De hecho, estudios han demostrado que el dolor y la discapacidad asociados con la AR pueden afectar la vida laboral y familiar de una persona, a veces causando depresión, ansiedad, sentimientos de impotencia y baja autoestima. Además, alrededor del 40% de las personas que tienen AR también presentan signos y síntomas que comprometen otras partes del cuerpo distintas a las articulaciones, como la piel, los ojos, el corazón, los riñones, las glándulas salivales, entre otras.
Cabe mencionar que esta es una patología que no tiene cura, es decir es crónica, por lo que el principal objetivo de su tratamiento es el control de sus síntomas. Con los más recientes avances de la investigación científica, los objetivos del tratamiento actual se han vuelto más ambiciosos. Referente de esto es la biofarmacéutica AbbVie, enfocada en ciencia e innovación, que ha dedicado los últimos 20 años a elevar el nivel de los estándares de atención para pacientes con enfermedades inmunomediadas, incluida la AR, pero incluso con este progreso, se evidencia que los pacientes aún buscan lograr la remisión clínica, que puede hacer que sientan que llevan una vida más normal.
La remisión puede reflejar la mejoría funcional en los resultados comunicados por el paciente, por esto es muy importante que mantengan un diálogo abierto con el reumatólogo para determinar una solución personalizada y acorde a las necesidades de cada individuo.