El hijo del dirigente político conservador Álvaro Gómez Hurtado, asesinado en 1995, Mauricio Gómez, lanzó fuertes cuestionamientos al testimonio entregado el martes por el hoy senador del partido Comunes y exjefe de las Farc, Carlos Lozada, ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), en el marco de su compromiso por contar la verdad sobre este y otros crímenes.
Gómez habló de una carta que el secretariado de las Farc le entregó a su padre, en 1985, en la cual lo invitaba a dialogar en Casa Verde: “mi padre tuvo un par de conversaciones con Jacobo Arenas y cuando el M-19 lo secuestró, Manuel Marulanda personalmente le dijo a mi hermana que las Farc no lo tenían y que nunca le harían daño”.
Es así que Mauricio Gómez dijo que si su padre hubiera sido uno de los enemigos históricos de las Farc, la carta no se hubiera escrito y ese caso en la guerrilla “tendría que ser uno de los más documentados y discutidos por el valor simbólico. No es creíble que una acción fuera dejada a una serie de mandos medios”, dijo.
Además, añadió la pregunta: “¿Matar a Álvaro Gómez las Farc, en 1995, por una sentencia de muerte que dizque se había firmado en 1964? Difícil creerlo lo tienen que probar”.
Mauricio Gómez dijo que sería una infamia y una injuria sugerir que lo que los impulsa a conocer la verdad de los hechos “es un afán de lucro o alguna compensación económica (…) desconoce los esfuerzos de 30 años para encontrar los verdaderos culpables”.